Resiliencia,
por Getulio Bastardo

En estos días recibí en consulta a un hombre de 43 años. Comenzó diciendo que fue un niño abandonado por sus padres y dejado al cuidado de la abuela materna, a quien acusó de haberlo engañado, porque le mintió acerca del cariño de sus padres. Que al visitar a su madre en otro país, esta no le demostró afecto sino todo lo contrario, lo rechazó, y su padre nunca se ocupó de él. Con este relato quería justificar la adicción a sustancias desde su adolescencia. Soltero, sin instrucción universitaria y actualmente sin trabajo, vive a expensas de la abuela (que es quien lo lleva a consulta).

Por otro lado otro individuo de 50 años, abogado exitoso, criado por los abuelos con muchas carencias materiales, pero provisto de afecto y protección, sin adicción al consumo de ninguna sustancia, con familia y hogar bien constituido. Refiere que muchos días de su infancia se acostó sin comer.
¿Por qué dos individuos criados aparentemente en entornos parecidos, uno fue capaz de sobreponerse a las adversidades de la infancia y a pesar de sus carencias materiales logró una carrera universitaria y trabajo profesional exitoso y el otro no? Porque el primero tuvo resiliencia, la cual vamos a definir como:
La capacidad de una persona para adaptarse y recuperarse frente a situaciones adversas o estresantes.
Se ha demostrado que tanto factores genéticos como ambientales influyen en la resiliencia. Podemos inferir de los casos citados que el segundo estaba dotado de elementos genéticos suficientes como para salir adelante a pesar de las adversidades.
¿Pero es solo la genética la responsable de esta condición? Definitivamente no. Una de las cosas que jugó en contra del primer individuo fueron los recursos materiales que le permitió a la abuela suplir las carencias afectivas con cosas. En cambio, en el segundo caso ocurrió al revés, las precariedad económica fue subsanada con afecto y protección que seguramente le dio seguridad al hoy abogado,
La personalidad de un individuo surge de la lucha constante de su estructura biológica con el medio y de la satisfacción o no de sus necesidades biológicas o afectivas, y así se va conformando su ser definitivo.
Fallas o deficiencias y también excesos crean la patología. Recordemos la plasticidad del cerebro y que las estructuras como la amígdala, el hipocampo y la corteza pre frontal son determinantes a la hora de confirmar la personalidad del individuo y su resiliencia.

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