Gente que Cuenta

Ser como Supermán, por Álvaro Ríos

Pablo Picasso Atril press e1709841099995
Pablo Picasso,
Las meninas (Velásquez), 1957

Aquel día llegué temprano a casa. El jefe andaba de celebración por su cumpleaños y por una vez en su vida reconoció lo brutal que había sido la semana, de modo que nos dio la tarde libre.

Soñaba con una ducha, descansar un rato, y luego, por la noche, disfrutar de un arroz cantonés con pollo agridulce para acompañar la serie de Netflix que está buenísima…

Mientras ordenaba los cojines y despejaba el salón, alguien llamó a la puerta. Me resultó extraño, pocas veces recibo visitas, y menos a esas horas de un día viernes; sin embargo, abrí.

Una atrayente y curvilínea figura ataviada en un traje muy ceñido me regaló una sonrisa:

—Disculpe usted, ¿me permite entrar? Quiero mostrarle una solución ingeniosa para dar sitio a todo aquello que anda por allí desperdigado.

Sin pensarlo dos veces me aparté y la dejé pasar. La seguí de cerca. Me pareció que el mundo se bamboleaba con ella, y yo, por un instante, palpité con el mundo; entonces fui al pasado, un pasado remoto donde una mujer entonaba: “si tu boquita fuera…”, en fin. Abrió un maletín y comenzó a sacar varias piezas, muchas piezas, unas encajaban con otras, y en apenas un minuto armó una especie de estante; y mientras eso sucedía, advertí que un mendigo entró a la casa; detrás de aquel siguieron un par de grafiteros quienes de inmediato fueron atraídos por la pared del fondo; luego un payaso, y me asusté, incluso temblé: el tipo era idéntico a Pennywise, el de la película It; después entró una anciana con un bolso lleno de estampitas; y finalmente un gran danés desfiló directo hacia un borde del sofá donde aprovechó para dejar su marca, un sello apestosamente particular.

Yo, un tanto nervioso, le dije a la joven —olvidándome de lo buena que estaba—, que era suficiente, que el asunto se había salido de control y que ya no me interesaba, ni siquiera un poquito, el dichoso estante, que jamás compraría algo tan inútil y que ya no deseaba que continuara con su demostración…

La muchacha sonrió brevemente, desarmó todo en un santiamén, guardó las piezas, dijo “gracias” de mala gana, y se esfumó.

Cuando se alejó, caminé hacia la puerta, me asomé y le grité:

—Eh, oiga usted, ¡por favor llévese su fauna!
—¿Qué? —preguntó atónita—. Yo soy como Supermán.
—¿Cómo así?
—Yo trabajo sola. Esa hilera de malvivientes no sé de dónde diablos salió.

Captura de Tela 2021 10 15 às 15.15.24
Álvaro Ríos. Maracay, Estado Aragua, Venezuela, 1965. Vive actualmente en Barquisimeto, Estado Lara. Es Ingeniero Electricista, Profesor Universitario y Escritor de cuentos, poesía y ensayo. Es autor de los libros “Sendero de Sombras” (poesía), “Efimerario” (brevedades), “Dilemas en el aire” (poesía) y “Criaturas Mínimas” (cuento). Ha sido colaborador de los diarios “El Impulso” y “Diario de Lara” en la ciudad de Barquisimeto. Algunos de sus cuentos han sido publicados en el portal “Letralia”.
alv_rios@yahoo.es

del mismo autor

13

Compartir en

    ¡Suscríbete a nuestro Newsletter!