Yo tengo un amigo que… – Luis Alfonzo
La condición de ser médico conlleva, entre otras cosas, la disposición a ser abordado en las más inconcebibles situaciones, fiestas, velorios, filas para entrar al cine o pagar la compra en el supermercado, para atender las llamadas “consultas sociales”, es decir, las preguntas que suelen hacernos amigos y familiares, acerca de cualquier dolencia real o imaginaria, que les afecte, así como, su posible tratamiento y lo que es peor aún, el pronóstico.
Sin embargo, esto no es necesariamente así cuando se trata de psiquiatras, quienes, aunque a veces cuesta aceptarlo, también somos médicos. Al momento de escribir este artículo, llevo 37 años de ejercicio de la Psiquiatría. La prefiero así, con mayúscula y con “Psi”. Casi cuatro décadas, durante las cuales, luego de develada la infausta ...