Durmiendo en una puerta – Luli Delgado
Muchos años atrás, el periódico donde trabajaba publicó un reportaje sobre la gente que vive debajo de los puentes.
Entre otras, contaba la historia de una mujer, ya de bastante edad, que confesó de lo más tranquila que desde hacía muchísimos años dormía en la intemperie, y que para cuidarse de los bichos, se había conseguido una puerta que le servía de colchón.
La historia, claro, fue motivo de revuelo. A los pocos días aparecieron unas monjas que le ofrecieron a la indigente un lugar en su asilo, y la historia se fue desinflando.
A lo que voy no es al tema de la indigencia, sino a que cuántas y cuántas veces terminamos viviendo situaciones tan o más imposibles de entender que el hecho de tener una puerta por cama, y acabamos connaturalizándonos de tal manera, que nos parece ...