¿Amigos?,
por Getulio Bastardo

La relación padre/hijo, no puede ser una relación de amistad.
Somos amigos de nuestros pares, de nuestros colegas, de nuestros iguales, con los que compartimos intereses comunes, preferencias y sueños.
¿Cuántos amigos no hemos tenido en el transcurso de nuestras vidas?
Los amigos de primaria no son los mismos que los amigos de secundaria, de la universidad, del barrio o del trabajo. Los amigos no siempre son los mismos, son como las olas del mar, que vienen y van.
Los padres siempre están allí. Una vez que se decide ser padre es para toda la vida. No somos pares con nuestros hijos.
No son los mismos los intereses del padre como proveedor de cosas materiales, afectivas, límites y guía para los hijos, que los intereses de los hijos, que, como los de todo niño, se rigen por el principio del placer y quiere disfrutarlo eternamente.

Es allí donde está el padre para enseñarlo a posponer la recompensa.
Recordemos que somos lo que nuestras familias hicieron de nosotros, y la primera lección del padre es su comportamiento. Enseñamos con el ejemplo, no con la palabra.
Los amigos no establecen límites, sino que alientan a correr la barra un poco más cada vez.
Esto viene a cuento porque no hace mucho se creó y difundió la idea de fomentar la amistad entre padres e hijos. Lo que se debe fomentar es el respeto, el afecto y la responsabilidad de ambos miembros de esta relación.
La relación padre/hijo es una relación complementaria de ayuda por estatus, donde uno tiene el poder por concesión natural y lo usa para beneficio del otro que ejerce el rol de subordinado y se beneficia de esa situación.
En cambio, en los esposos, por ejemplo, la relación es simétrica, donde se intercambian los roles de acuerdo con las circunstancias y necesidades de la pareja.
Esto último nunca debe suceder en una relación familiar; el padre o quien haga sus veces es la figura de autoridad y los hijos deben estar sometidos a ella. Nunca una relación simétrica. No puede haber simetría en la desigualdad y padre e hijo no son iguales. En cambio, la relación de amigos sí es simétrica, donde los roles se intercambian, tal como sucede con la pareja.

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