Máximo peligro,
por José Manuel Peláez
Muchas veces me recrimino a mí mismo el rechazo que tengo hacia las redes sociales. Ya sé que tienen muchísimas cosas buenas, pero no puedo evitar el susto que me produce la facilidad con la que se usan mal y las consecuencias de ese mal uso. Se me podría decir que yo solo debería preocuparme por hacer buen uso de una herramienta que llegó para quedarse y que tiene beneficios innegables, pero cuando enderezo mi pensamiento hacia ese buen rumbo, aparece alguien como Máximo.
Máximo (que en realidad se llama Maximiliano, pero insiste en que le llamen Máximo porque se cree hermanado con el protagonista de Gladiator) es una mezcla indeterminada de irresponsabilidad, superficialidad, fanatismo por las redes y autoconvencimiento de que tiraniza el “pensamiento lateral” o lo que él entiende com...






