Mi amigo Vitor, por Luli Delgado
Me lo encuentro siempre en la puerta del supermercado.Con manos testigos de mucho trabajo, sostiene un cartón que explica que su nombre es Vítor y que es “hepileptico”. Alguien le tachó la “h”, pero no fue motivo suficiente para hacer un nuevo cartón.A punta de encontrarnos nos hemos hecho amigos. Me enteré de que tiene celular y cuenta de banco, pero en cambio vive en una casa abandonada.También me contó que trabajó en España recogiendo frutas, de ahí que habla español, pero la paga era poca y el esfuerzo enorme, así que se regresó a su país.Un día apareció con una mano muy hinchada, y me contó que había sido salvando a una muchacha de ser asaltada. A todas luces era una picada infectada y en Portugal no hay asaltos, pero como Lulucita decía que no hay nada que halague más a un hombre que...