El primo de Chucho, por Victorino Muñoz

La segunda o tercera razón por la que Chucho es el elegido es que Chucho tiene un primo. Un primo mandamás, se entiende. El primo de Chucho es el jefe, el hombre de las conexiones. El contratista que no trabaja; pero en el fondo es un esbirro mal disimulado, que se presta para zancadillas y triquiñuelas.

El primo de Chucho es como Chucho, en varios sentidos: no tiene ningún talento ni habilidad, como no sea el de saber a qué árbol arrimarse o a qué vaca ordeñar, o más bien, pegarse, para succionar con ganas de la ubre estatal.

Porque no está de más decir que el primo de Chucho ocupa, ha ocupado y ocupará importantes cargos públicos, donde les da trabajo a muchos Chuchos. Y los problemas, como dijimos antes, medio se resuelven. Y el dinero medio se pierde (ya se sabe a dónde va a parar, pero a nadie parece importarle).

Sin embargo, este no es el peor rasgo del primo de Chucho. Lo más notorio es su maldad congénita, visceral. Y la raíz de tales es la envidia. Al igual que Chucho, el primo no baila, no canta, no juega fútbol ni básquet. Pero odia al que sí lo hace, al que tiene talento natural.

El primo podría tener en su equipo a LeBrón James o a Lionel Messi, pero prefiere perder el juego antes que darle la oportunidad a alguien más. Mejor poner a Chucho a repartir patadas.

Y es que para el primo, el hecho de que otro brille es una afrenta. Si tú ganas, yo pierdo; si tú pierdes, yo gano. Es su lógica psicópata y malsana.

Entonces, como hay otros también como él, hacen una alianza: nada de dejarme avanzar a estos. Nos van a quitar el puesto y los reales. Llenemos el mundo de Chuchos y que ellos se hagan cargo.

Lo que no saben los primos de Chucho es que sus temores son infundados: los tontos como nosotros (porque yo estoy de este lado), los que no somos ni primos ni Chuchos, no nos interesamos por ser rectores ni decanos. Nos interesamos por tonterías como escribir un libro que sea extraordinario.

Claro, los primos de Chucho, como podemos suponer, no nos van a publicar jamás. Porque, más que hijos de Chucho, son hijos de… Y no lo digo para no me censuren, y porque ustedes seguramente ya saben lo que iba a decir. ¿Quién no ha conocido a uno de estos personajes?

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