Hidratación óptima,
por Jeraige Reinoso

Es indispensable, pero si tomamos demasiada o no la bebemos casi nunca, nos arriesgamos a enfermar. Saber medir cuánta necesitamos, es imperativo.

Estamos hablando del agua. En un mundo donde la búsqueda de la salud y el bienestar es una prioridad, a menudo pasamos por alto un elemento fundamental: la hidratación, que es esencial para nuestro cuerpo, porque no solo mantiene la temperatura corporal, sino que además transporta nutrientes.

En un rendimiento físico óptimo, el agua es crucial para mantener la función muscular y la resistencia durante el ejercicio. La deshidratación puede llevar a la fatiga prematura y al declive en el rendimiento atlético. Nuestro cerebro también se apoya en ella para poder concentrarse, enfocarse y aclarar su mente. Incluso la deshidratación leve puede afectar negativamente la función cognitiva. Ayuda a mantener el sistema digestivo en buena forma, regula el movimiento en el intestino y elimina las toxinas a través de la orina y las heces.

Variaciones en el líquido corporal pueden hacer que el humor disminuya, que aumenten la fatiga y la irritabilidad. El exceso encharca igualmente las funciones vitales, por eso es valioso conocer como calcular tu ingesta diaria: si bien la recomendación general es beber al menos ocho vasos al día, la cantidad exacta que necesitas puede variar según diversos factores, como tu peso corporal, nivel de actividad y clima.

Te brindo la fórmula para determinar la ingesta: tu peso expresado en kilogramos (kg), lo divides entre 30; por ejemplo, si pesas 60 kg, dividirías 60 kg entre 30 para obtener 2 litros de agua al día.

Ajusta según tu nivel de actividad y clima, si haces ejercicio regularmente o vives en un clima cálido, es posible que necesites más agua con electrolitos (sal y azúcar) para compensar la pérdida de líquidos a través del sudor. Escucha a tu cuerpo, presta atención a sus señales. La sed es un indicador confiable de que necesitas beber más, sentir sed es indicativo de que el cuerpo está en déficit de líquidos.

Más allá́ de refrescar solo nuestro paladar, el agua es, de hecho, un esencial bonus para el perfecto funcionamiento de cuerpo y mente.

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