Karim Panahí, no cree en Alá ni en nada parecido. Al menos no cree en eso como creen sus hermanos y sobre todo sus padres. Obviamente nadie lo sabe. Karim cree más bien en algunas películas que ha logrado ver. Cree en la piel de Demi Moore y en los ojos de Marilyn Monroe.
Karim venera la belleza de las mujeres, y quizás por ello Marzieh Hosseini, su compañera del Politécnico de Teherán, es el principio y fin de su credo. Todo lo que supuestamente implora a Alá, en realidad es una alabanza a la belleza inquietante de Marzieh.
Cuando Karim ayuna es una plegaria a los labios de Marzieh. Es allí precisamente en donde Karim tiene puesta su fe. Pero nadie lo sabe. Mientras tanto, seguirá inclinando su cabeza hacia La Meca con su corazón puesto en la pulpa jugosa de los labios de Marzieh.