La sensación de pesadez, dolor o picor en las piernas, hinchazón de tobillos, calambres musculares o cambios en la pigmentación de la piel alrededor de las venas, puede indicarte la presencia de varices. Es una condición médica común, a menudo incomprendida, que afecta a un gran número de personas en todo el mundo. Las venas son vasos sanguíneos dispuestos en todo el cuerpo, por donde fluye la sangre en su retorno al corazón y pulmones como parte de la circulación, y están provistas de válvulas cuya misión es impedir que la sangre se regrese a los pies. Cuando las válvulas dejan de funcionar, las venas se inflaman y se observan de color púrpura y aspecto de hebra o hilo, lo que conocemos como várices. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, siendo más frecuente en las piernas. Las várices afectan principalmente a las mujeres y en especial aquellas que han utilizado alguna terapia hormonal.
También se evidencia mayor predisposición en personas con antecedentes familiares, con obesidad o sobrepeso y cuya actividad diaria amerite largas horas de pie o sentado, lo que favorece la sangre estancada en las venas y estas se ensanchan.
El eslabón nutricional es una medida preventiva y reparadora, así que céntrate en la vitamina C, contenida en abundancia en el brócoli, los cítricos y frutos rojos, lo que fortalece a los vasos sanguíneos y protege del daño atribuible a los radicales libres. Date un festín de fibra, para disminuir el esfuerzo al evacuar y disminuir la presión en las piernas, al mismo tiempo que nutres a tu microbioma intestinal disminuyendo el paso de toxinas al torrente circulatorio consiguiendo una sangre más fluida y mejor circulación. Eleva tus flavonoides, son antioxidantes benéficos en la flexibilidad de las venas, consumiendo abundante frutas y vegetales, en espacial arándanos, zarzamora y frambuesas.
Más allá de la dieta, cuentas con medidas sencillas diarias: tómate un descanso cada 10 minutos en tus actividades diarias para la movilización de las piernas, haz ejercicio aeróbico como caminatas vigorosas por 10 minutos al día, ya que al contraer los músculos facilitas el retorno de la sangre, coloca las piernas en alto por 10 minutos al final del día. Construye tu plan de salud cada semana y llénate de energía y vitalidad.