Gente que Cuenta

Remedio y enfermedad, por Luis Alejandro Rodríguez

Marcel Marceau Atril press
Marcel Marceau (1923-2007), interpretando a su personaje Bip, inspirado en Charles Chaplin, Harry Langdon y Buster Keaton.

A veces para evitar una situación comprometedora tomamos una decisión más complicada.

No soy amante de los grandes centros comerciales, los que tienen mucha gente y demasiado ruido, pero en Caracas había uno que era todo lo contrario: no muy grande, gente poco bulliciosa, con un ambiente que olía a cultura, y que desde su inauguración fui uno de sus asiduos visitantes. Conocía cada negocio, restaurant, librería, tienda y comercio, ¡me encantaba!

Cuando una tienda cerraba lo sentía como que si un familiar se había ido. Comenzaba la gran duda… ¿Qué irán a montar ahora en este local?

En una ocasión, estando de visita, encontré que uno de los locales más grandes de la planta baja había quedado vacío, la galería ya no estaba.

Era de noche, no se veía nada hacia el interior del local, no había ni la más mínima luz. Mi curiosidad por tener una pista, me llevó a aproximarme a la vitrina tratando de ver algo en el interior… ¡Nada! Una oscuridad total.

Puse mis manos a los lados de la cara tratando de evitar la iluminación externa, las pegué a vidrio intentando ver algo. Recorrí de esa forma los 5 metros de vidriera, con lentos movimientos… de arriba abajo, de derecha a izquierda, sin ver nada.

Después de varios minutos de ese persistente paseo, me di cuenta de que había un pelo de brocha… el vidrio estaba pintado de negro por la cara del interior del local. Reaccioné, me frustré, me sentía avergonzado conmigo mismo… me sentía como un tonto.

Aquí empezó el verdadero problema. Cuando me disponía a retirar la cara del vidrio, fui consciente de una cantidad de murmullos detrás de mí. Por el reflejo en él pude ver la silueta de 15 a 20 personas que estaban allí, observándome, y que quizás siguieron toda mi demostración, esperando a que yo fuese una especie de Marcel Marceau o algún otro mimo en uno de sus actos.

La pena me invadió, traté de pensar rápido. Aun mantenía mi cara contra el vidrio y no sabía cómo salir de esa situación tan comprometida. Ahora sé que no fue la mejor opción, pero lo único que se me ocurrió fue decir en voz alta…

Cuarenta y ocho, Cuarenta y nueve y Cincuenta… ¡Ya los voy a buscar! Me di la vuelta, pasé entre la gente que me observaba, y con paso apresurado me perdí de vista buscando el estacionamiento.

Una vez en mi vehículo reflexioné… “¿Qué pensará esa gente de un adulto jugando a las escondidas en un centro comercial de noche?”.

Pasé seis meses sin regresar al centro.

Luis Alejandro Rodríguez e1653666013155
Luis Alejandro Rodríguez Castillo es médico venezolano, Master en inmunología del IVIC y Nebraska University. Fue Scientific Adviser en Sandoz Switzerland. Escritor y guionista para la ciencia. Desde hace varios años escritor para el espíritu. Autor de “El Tweet de Dios”.
luisr168@gmail.com

del mismo autor

17

Compartir en

    ¡Suscríbete a nuestro Newsletter!