Como ávido cinéfilo desde niño, no sólo me interesaba por la película en sí, el tema, los actores, directores, como también por las bandas sonoras, y siempre manteniendo latente la curiosidad de escuchar con suma atención las músicas, canciones o clásicos de los largometrajes. Obviamente nos referimos al Séptimo Arte del mundo occidental, más difundida por estas bandas. Durante muchos años, le regalé a mis amigos grabaciones de bandas sonoras de filmes en cintas de cassette (lo que no era muy simple en la época), como después en cds. Hoy por hoy, un regalo que perdió encanto.
La música erudita y composiciones clásicas creadas especialmente para películas marcaron las décadas de fines del ’30 y ’40, cuando también surge la Era de Oro de los musicales de Hollywood. Grandes compositores de concierto, (Steiner, Rozsa, Herrmann, Rota, Newman), trabajaban para los estudios de cine. Y eso impulsó que tantos directores optaran por la música clásica para elevar sus películas a otro nivel, incluso hoy, una combinación icónica (Richard Wagner en “Apocalypse now”, Samuel Barber en “Platoon”, Richard Strauss en “2001, Odisea del espacio”). En la misma época de los ’30 y ’40, el jazz marcaba su trayectoria en filmes “noir” o policiales.
Ya el rock o la música “americana”, vanguardia y sostén cultural de una nueva perspectiva social, temática joven y rebeldía, surge en el cine de los años ’50 y ’60, y por supuesto continúa en las décadas posteriores.
Los directores buscando la música asociada a la estética, la magia de la imagen de donde brotan melodías inolvidables (Williams, Horner, Zimmer, Morricone, Sakamoto).
Por más de una vez, tuve interés en averiguar cuáles músicas se repetían en las trillas sonoras de películas diferentes. De hecho, es algo fácil de detectar para adictos en el asunto. Según un sitio de Facebook, la música más replicada de todas, es “Over the rainbow” (“El Mago de Oz”), de 1939. Y siguen otras tantas como “Born to be wild” del grupo Steppenwolf (filme “Easy Rider” de 1969), “O Fortuna”, la cantata de Carmina Burana de Carl Off, y “Gimme Shelter” de los Rolling Stones. La lista es larga.