¿Son o no son? – Luli Delgado

Nos metemos tan de lleno en las tramas del cine, que a menudo olvidamos el nombre del actor, por muy conocido que sea, y le atribuimos el del personaje que representa.

Pero a fin de cuentas, los personajes de cine ¿son o no son nuestros cómplices ?

Yo hablo de complicidad como aquel vínculo sin grietas que te une a otra persona y que, seguro como la muerte, sabes que nunca va a doblar las rodillas….

Yo creo que con los personajes de cine la complicidad se da sólo a ratos y que a veces son capaces de jugarte las pasadas más imprevisibles.

Veamos. En una película de ficción, cada actor va representando su papel y sabe los que nosotros tenemos que esperar que pase para saber. No sueltan prenda, y a menudo la complicidad se rompe de cuajo cuando sin más salen con una sorpresa inesperada. ¿Quién hubiera dicho que Kevin Spacey, en (Sospechosos habituales 1995 dirigida por Bryan Singer), con aquella cara de perrito abandonado y de paso una mano chueca, iba a terminar siendo quien era?, o que la panadera (Emily Blunt), tan modosita que se veía (Into the Woods, 2014, dirigida por Rob Marshall), iba a terminar amapuchándose con un rey de paso recién casado, nada menos que con la Cenicienta?

De paso, la primera tiene uno de los guiones más inteligentes que recuerdo, si no la han visto, en lo que se topen con ella no dejen de verla. En cambio, si no llegaron a ver Into the woods suerte la de ustedes, porque a pesar de la calidad del reparto – Meryl Streep, Jonnhy Depp, y la propia Emily Blunt – es un desastre.

Cuando se trata de una película de corte histórico, o basada en una novela que ya leímos, vamos a mano en lo que va a pasar, pero de ojitos arrugados pasamos la sesión revisando detalle a detalle la puesta en escena a ver si es verdad que resulta tan fiel así, o si hay interpretaciones libres.

Aunque sea Ridley Scott en Éxodo Faraones y Dioses (2014), los faraones de ojos azules a mí no me van a convencer mientras viva, pero en cambio Ema Watson es la Hermione que todos imaginamos en los relatos de la Señora Rowling.

Pero a lo que voy: ficción o historia, en el cine la complicidad a la que me refería al comienzo no se recuesta en el muro de lo que vamos a ver, sino en el guiño que le hacemos a la pantalla cada vez que vamos al cine….. Algo así como “tú échame el cuento, que estoy aquí para verlo… y después te digo qué me pareció”.

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