Gente que Cuenta

Te cuento que…
por Suzan Matteo

Tutankhamun Lord Carnavon Atril press
Howard Carter (izquierda) y Lord Carnarvon ingresan a la cámara funeraria dentro de la tumba de Tutankamón en 1922.
FOTO POR GRAPHICAARTIS / GETTY IMAGES

Anochecía el 6 de abril de 1923, cuando en Londres un inusual aullido de la perra mascota de Lord Carnarvon llenó de misterio la noche…

Al mismo tiempo, en El Cairo, un repentino apagón dejó a la ciudad en la penumbra durante unos instantes. Desde el Hotel Continental, intentaron obtener explicaciones de la empresa de electricidad, pero no dieron ninguna respuesta satisfactoria…

En ese preciso momento, la noticia llegó como un trágico golpe: Lord Carnarvon, aristócrata inglés y apasionado egiptólogo, conocido por financiar la excavación de la tumba del faraón Tutankamón, había fallecido.

La leyenda que advertía: «La muerte golpeará con su miedo a aquel que turbe el reposo del faraón» cobraba vida. La misteriosa cadena de eventos generó pánico en la prensa de la época, alimentando la famosa «maldición de Tutankamón».

La muerte repentina de Carnarvon no se debió a una maldición, sino a causas médicas. En una época en la que los antibióticos no existían, una picadura de mosquito se infectó, desencadenando una peligrosa septicemia. Sin embargo, la relación de estos eventos con la apertura de la tumba de Tutankamón seguía siendo un enigma sin resolver.

Pocos meses antes, el 4 de noviembre de 1922, se había marcado un hito en la historia de la arqueología. Howard Carter, el arqueólogo británico, junto con su mecenas Lord Carnarvon, descubrió los escalones que conducían a la tumba del faraón Tutankamón. Tras romper los sellos reales que habían mantenido la tumba sellada durante más de 3300 años, Carter y Carnarvon se convirtieron en los primeros en poner pie en ese santuario del pasado.

Dentro de la tumba, Carter logró fotografiar ofrendas florales que se desintegraron al tocarlas, pero la mayor sorpresa aguardaba en las cámaras selladas. Allí, encontraron una maravillosa colección de objetos de valor incalculable, distribuidos en cuatro salas. El momento culminante llegó cuando descubrieron el sarcófago de oro macizo que albergaba la momia del joven faraón egipcio.

Tutankamon Atril press
Tutankamon permanece hasta la fecha dentro de una vitrina en la cámara funeraria.
FOTOGRAFÍA DE VICTOR R. BOSWELL, JR / COLECCIÓN NATIONAL GEOGRAPHIC IMAGE

La tumba de Tutankamón, con su riqueza inigualable y la misteriosa secuencia de eventos que rodearon su descubrimiento, sigue siendo un enigma que nos asombra hasta el día de hoy: es un legado de la grandeza de una civilización que se negó a ser olvidada.

Suzan Matteo Atril press
Suzan Sezille de Matteo es caraqueña, cosecha del 52; ingeniero industrial aplicada al área social; esposa, madre de dos, que ahora abuelea y escribe desde Inglaterra.
suzansezille@gmail.com
IG @tomadodeaquiydealla

de la misma autora

68

Compartir en

    ¡Suscríbete a nuestro Newsletter!