¿Has oído hablar de Poyais?
Este paradisíaco país ubicado en la región que hoy en día abarcaría parte de Honduras y Nicaragua tenía como cacique a Gregor MacGregor. ¿Ese nombre sí te suena?
Gregor MacGregor, el Jenofonte de América, luchó en la guerra independentista de Venezuela y alcanzó el grado de General de División. Bajo las órdenes de Simón Bolívar, quien era primo de su esposa, fue el encargado de la toma de la isla de Amelia, estrategia para lograr la independencia de la Florida, y bloquear el apoyo de los Estados Unidos a los realistas en Venezuela.
Pues bien, en la década de 1820, en su Escocia natal, MacGregor afirmaba que Poyais era una tierra rica y próspera, con vastos recursos naturales y oportunidades de inversión lucrativas. Utilizó una combinación de mapas falsificados, testimonios ficticios y propaganda bien diseñada para atraer a inversores y colonos a su supuesto paraíso tropical. Organizó una campaña de promoción muy elaborada para atraer a personas dispuestas a invertir en Poyais. Emitió bonos de deuda del gobierno de Poyais y vendió títulos de propiedad de tierras inexistentes a compradores en Europa y América del Norte. Muchas de estas personas compraron bonos y tierras, creyendo que estaban invirtiendo en un país próspero y real.
Sin embargo, cuando los inversores llegaron a Poyais, descubrieron que no había ninguna nación real y que las tierras y los recursos prometidos simplemente no existían. La mayoría de los colonos y colonizadores se encontraron en una situación desesperada en un lugar hostil y deshabitado. Muchos sufrieron enfermedades, hambre y privaciones extremas. La estafa de Poyais se convirtió en un escándalo financiero y una tragedia humana; un ejemplo notable de cómo la codicia, la desinformación y la manipulación nos pueden llevar a consecuencias devastadoras.
Con el tiempo, la verdad sobre el timo de Poyais se reveló y Gregor MacGregor fue expuesto como un estafador. Sin embargo, logró escapar con parte del dinero que había obtenido de los inversores. Logró la nacionalidad venezolana y murió en Caracas; fue sepultado en la Catedral, a pesar de ser protestante. Un fraude más, este sin mayores consecuencias.