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Medimos el tiempo sexagesimalmente. Por eso dividimos el círculo del reloj en múltiplos de 60: 60 segundos en un minuto, 60 minutos en una hora, pero 24 horas en un día. Aunque desconozco la razón de este 24, lo cierto es que si quisiéramos celebrar el número 150 en el sistema sexagesimal, lo haríamos como 2,30.
Los antiguos sumerios y babilonios, especializados en esta base numérica, seguramente encontrarían fascinante este 2,30. Para nosotros, sin embargo, 150 suena mucho más grandioso porque vivimos en una cultura decimal, en la que hitos como 10, 100 o 150 son naturalmente más significativos.
Pero, como suele ocurrir, nos adaptamos a cualquier sistema. Por ejemplo, en Panamá las distancias se miden en kilómetros, pero reciben vehículos de Estados Unidos con odómetros en millas y surtidores de gasolina en galones. El reto surge al intentar convertir el consumo del coche en galones por kilómetro, como cuando se intenta calcular si habrá suficiente gasolina en el depósito para llegar a un lugar situado a cierta distancia en kilómetros. Puede parecer trivial, pero incluso la NASA perdió un satélite en Marte en 1998 por menos que eso.
En la búsqueda de la medida, siempre hay una intención, aunque solo sea alcanzar algo distante como Marte. Un humorista brasileño, al iniciar una serie de libros con sus historias, decidió numerar el primer volumen como número 2, porque pensaba que una serie que empezara por el número 1 correría un grave riesgo de no llegar al segundo.
Y, sin embargo, Atril.press, que empezó con el número 1, llega ahora al número 150 y, aunque para los sumerios, egipcios, babilonios y griegos el número 150 sólo equivaliera a 2,3, nosotros sabemos que 150 es mucho más que eso y merece ser celebrado con alegría.
Así que celebremos la 150ª edición de Atril.press, que nació de la brillante idea de Luli, quien, como en una start-up, luchó por darle forma, reunió colaboradores y ya ha producido 150 maravillosas ediciones. Porque no es solo el número, sino la calidad y la presentación gráfica lo que hace de Atril.press un placer leerlo, mirarlo y un honor escribir en él. Así que ¡enhorabuena y gracias!
alfredobehrens@gmail.com