News That Matters

169d

La prole de HAL,<br/> por Luli Delgado
169d, Luli Delgado

La prole de HAL,
por Luli Delgado

No sé si se acuerdan de Hal, de la Odisea en el espacio, (Kubrick,1968), que sabía muchísimo, pero en cambio era de una arrogancia llevada al extremo. De paso le leía los labios a los astronautas y acabó convirtiéndose en un asesino suelto dentro de la nave. Trabajo costó desactivarlo a pesar de que, como todo malvado, al verse acorralado trató de dar explicaciones y pedir el perdón de sus pecados.De esto hace ya 56 años y hará unos dos que yo oí por primera vez eso de la Inteligencia Artificial, pero la verdad no le hice mucho caso.Pero el círculo se ha ido cerrando y cada vez se hace más difícil ignorarla y yo, que llegué casi de última a la telefonía celular y que me costó Dios y su ayuda manejar el paquete Office, no encontré otra salida que hincarle el diente a través de un curso que ...
Retorno a la caverna,<br/> por Victorino Muñoz
169d, Rafael Victorino Muñoz

Retorno a la caverna,
por Victorino Muñoz

En no pocas ocasiones, algunas personas se han molestado un poco conmigo porque les señalo que una determinada imagen que publican, supuesta foto, es en realidad una creación de la Inteligencia Artificial.Confieso que tengo un ojo especialmente entrenado para eso. Y cuando algo me parece sospechoso, resulta ser cierto. Pero mis amigos de las redes no consideran que esto sea una gran virtud y se enojan si les escribo el comentario en cuestión.Yo lo hago porque siento que es mi deber advertirles que los están timando. Y prácticamente lo que me dicen es que soy un aguafiestas, y que, si la imagen está bonita, qué importa si no se corresponde con la realidad.Otro tanto me sucede cuando se publican citas apócrifas falsamente atribuidas a algún autor u obra (con particular predilección por El pr...
An inconsolable longing,<br/> by Clifford Thurlow
169d, Clifford Thurlow

An inconsolable longing,
by Clifford Thurlow

leer en español People carry in their hearts an inconsolable longing for something, and they are never quite sure what it is. Most people’s lives go on as if they have no choice because they have no choice. Choice is the province of the privileged and daring. Most of us are neither. We have jobs, families, fears and responsibilities. We look forward to small diversions – holidays, the weekend, a rare stroke of good fortune – before we step back on the treadmill and the days march on to their inevitable destination. People experience an ambiguous well-being in the quotidian routine of the half-lived lives, but still suffer an inconsolable longing. This is not nostalgia so much as a misplaced belief that with one more turn in the mirror maze they will stumble upon some secret or answe...