Farmacia literaria por Álvaro Ríos
Ayer, mientras revisaba el Facebook, observé un anuncio bien curioso:“Te receto un libro”. El asunto trata sobre una dama que aconseja un libro, pero no uno cualquiera, sino el requerido por el lector. Es de admitir que la persona padece alguna patología, de modo que leer le ayudará a reponerse.Otra posibilidad es que el interesado, deseoso de ingresar al mundo de las letras, solicite una asesoría que le permita dar con el libro que más le conviene de acuerdo a sus gustos e intereses…Lo anterior me hizo recordar cuando Josefina, mi amiga del club de lectura, regresó de unas vacaciones en España. Nos sentamos en un café y de inmediato sacó un libro de su bolso:—Toma —dijo—, es un presente.—¿Raffi Reig? —Pregunté—, y ese, ¿quién rayos es?—No lo sé. ¡Averígualo!Al día siguiente lo revisé. Con...