Hoy me voy a referir con un caso a un trastorno de personalidad que no tiene la perversidad del sociópata, pero comparte con este el egocentrismo y la manipulación.En los inicios de mi actividad profesional fui contratado como terapeuta miembro de equipo técnico de un internado para niñas “en peligro moral”, como rezaba el motivo de ingreso.En mi primer día de trabajo después de entrevistarme con el personal directivo, me dirigía a mi cubículo y para llegar a él tenía que atravesar una gran sala. Cuando voy por la mitad del camino escucho unos ...