Queridos lectores, esta semana hay una experiencia de vida personal que comparto con ustedes y me lleva a redactar la esencia de la psiconeuroinmunología (PNIE), ella nos brinda los recursos para afrontar todo proceso transitorio de alteración de la salud.
Me sorprendió una alteración de mi salud y digo me sorprendió porque cuando decidí transitar por el camino saludable hace varios años, hay condiciones que no esperas, así que sí, llegó de sorpresa y le dimos la bienvenida, la analizamos y nos abocamos a la imaginación guiada entre otros recursos, consiguiendo con esta movilización un bienestar progresivo y exitoso.
Hablo en plural porque todo proceso de sanación mereces vivirlo en compañía y aquí estamos brindando con benevolencia, nuestro equipo de salud la compañía cuando así la requieras, para sanar, prevenir o rehabilitar tu salud.
En el camino de la sanación, a menudo nos enfocamos en buscar soluciones externas y olvidamos la importancia de darse el tiempo y el amor propio. Recordemos que sanar no es solo reparar el cuerpo, sino también el alma.
Dedicarnos tiempo a nosotros mismos, nutrirnos con amor y cuidado, es esencial para nuestro bienestar. No hay prisa en sanar; es un proceso que merece su propio ritmo. La autocompasión y el autocuidado son herramientas poderosas que nos ayudan a sanar de manera más completa y profunda. Abrazar nuestro propio proceso de sanación, cultivar una relación positiva con nosotros mismos y aprender a ser pacientes con nuestro propio crecimiento.
Recuerden, el amor propio es la base sobre la cual construimos una vida más saludable y feliz. Acompáñennos en este viaje de autodescubrimiento y sanación, donde aprenderemos a darnos el regalo más valioso: el tiempo y el amor que merecemos.