Por estas calles no pasan taxis – José Pulido
Por esta calle no pasan taxis. Ni siquiera es una calle completa. No supera las dos cuadras. Es una especie de media luna. Comienza en una esquina que da a la avenida, se hunde hacia el sur y traza una curva que recorre ocho edificios.
Al final hay una plazoleta que no conmemora nada y por tal razón se llama únicamente plazoleta.
Un gato muy flaco y enfermo camina hacia la plazoleta y se enrosca en ella. Su piel parece un retazo de alfombra sucia. Es un gato siamés venido a menos. Dicen que muchas familias están abandonando a sus mascotas.
El gato siamés debe haber venido de otro lugar, porque esta calle es de una clase media que alcanzó su auge en otras décadas y ahora subsiste, sobrevive. Sus habitantes actuales carecen de los atractivos que generan visitas afectuosas. Aquí...