Sabiduría en gotas, por Luli Delgado
Antes, cuando ni imaginábamos la avalancha de tecnología que nos esperaba, en muchas oficinas había debajo de los vidrios de los escritorios estampitas decoradas cargadas de, diríamos, gotas de sabiduría.
En su gran mayoría eran anónimas y llenas de lugares comunes, de manera que en poco tiempo pasaban a ser parte del decorado y más nadie les hacía caso.
Con la red a disposición de todos, esos pensamientos sabios y contundentes, tipo “el dinero no hace la felicidad” fueron encontrando un espacio cada vez mayor, al que se siguieron las cadenas de oración, esas que si uno interrumpe le caen las siete plagas, las recolecciones de firmas (me tienen que creer: el otro día me llegó una para la detención de Putin), y a lo que vamos, la fulana sabiduría ahora con la firma de autores famo...