Bigotes GPS, por Carmen Concha-Nolte
A una amiga su esposo le decía «foquita». Ella nunca indagó al respecto. Vaya usted a saber si se conformó con el halago o quizá lo asoció con «fogosita». Para mí, su esposo aludía a los bigotes que deslucían, levemente, su rostro angelical.
Los bigotes, pelos semi gruesos, no crecen al azar en ninguna especie. En las focas, los bigotes agracian su rostro inofensivo; pero, por centurias, ignorábamos el potencial de sus flequillos. Sólo las mirábamos sobre la arena en descanso o en faenas reproductivas.
Hace poco, su secreto salió a la luz: las focas tienen una especie de GPS en sus bigotes que les permite direccionarse hacia sus presas. Simple. Los científicos colocaron cámaras sobre sus mejillas. Verificaron que, en la oscuridad oceánica, sus bigotes faciales eran movibles (vibrisas...