La oruga,
por Leonor Henríquez
read it in EnglishNo es común ver a un señor mayor dirigiendo el tráfico en el camino del parque donde suelo transitar todos los días.Pero allí estaba, frenando a las bicicletas, mandando a los peatones a pararse y desviar su rumbo.Cuando a mi hija, nieta, perro y yo, nos tocó el turno de cruzar esta especie de alcabala, pudimos ver que este buen samaritano estaba protegiendo a una oruga de color verde brillante, que intentaba cruzar perpendicularmente el camino.Sí, eso es Canadá.Nos detuvimos a observar cómo el gusanito se arrastraba con lentitud, en lo que le parecería una distancia inmensa. Vino a mi mente la paradoja de Xenón, esa que dice que hay que llegar a la mitad del camino y después a la mitad de la mitad, y así ad infinitum, por ende, imposible llegar a ningún lugar en un tiemp...