Herencias,
por Luli Delgado
Yo la semana pasada les decía que lamentaba mucho que quien se muere no tenga chance de avisar que llegó bien, a donde quiera que haya llegado, porque así nos quedaríamos todos más tranquilos.
Pero no es mi único desvarío con respecto a la muerte. Fíjense bien: con lo que cuesta aprender en esta vida, con la gran cantidad de conocimiento que logran almacenar en su cerebro tantas personas y resulta que cuando se mueren los herederos se agarran a pelear es por los cobres.
Desde el más humilde campesino a quien la letra le entró con sangre, hasta Leonardo, eso pasando por la repostería de una abuela, el dominio total del francés de una amiga, la manera de tocar la guitarra de no sé quién y por ahí les dejo la lista para que la sigan, todo ese esfuerzo por aprender se me ocurre que se po...