Orquídeas inmortales, por Lucy Gómez
Mi primer encuentro con las orquídeas fue en un pabellón de Exposiciones en la Plaza Venezuela de Caracas, cuando no pensaba en cultivar ni orquídeas ni nada. En esa época era periodista a tiempo completo y asistía casi por compromiso a eventos sociales como ese.Diez años después, caí de cabeza en el mundo de su cultivo y entendí que las exposiciones, los concursos, son apenas una faceta de la vida que hacen los cultivadores profesionales y aficionados, donde lo de menos es la competencia y lo de mayor trascendencia, los viajes para reunir ejemplares casi perfectos que costea cada asociación, las enseñanzas de los compañeros y el montaje, donde se aprende también un montón.Empecé a entender a las orquídeas como seres vivos, incluyendo lenguajes, costumbres, fijaciones y necesidades.Si q...