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José Pulido

Sobre retratos – José Pulido
José Pulido, Edicao4

Sobre retratos – José Pulido

El emperador Adriano, cuya sensibilidad y sabiduría renacieron en la escritura de  Marguerite Yourcenar, habla del cuerpo y lo describe así:  “…ese instrumento de músculos, sangre y epidermis, esa nube roja cuyo relámpago es el alma”. Desde la antigüedad se ha dicho que los ojos son espejo o ventanas del alma. El apóstol Lucas dejó por escrito que “La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas.” Al igual que Platón, con su ejemplo de la caverna, todos los sabios tocaron alguna vez el tema de la visión conectada a la mente y a los sentimientos, a la realidad y al espejismo. Las primeras fotografías que le hicieron al ser humano eran tan lentas que las personas...
Por estas calles no pasan taxis – José Pulido
3a, José Pulido

Por estas calles no pasan taxis – José Pulido

Por esta calle no pasan taxis.  Ni siquiera es una calle completa. No supera las dos cuadras. Es una especie de media luna. Comienza en una esquina que da a la avenida, se hunde hacia el sur y traza una curva que recorre ocho edificios. Al final hay una plazoleta que no conmemora nada y por tal razón se llama únicamente plazoleta. Un gato muy flaco y enfermo camina hacia la plazoleta y se enrosca en ella. Su piel parece un retazo de alfombra sucia. Es un gato siamés venido a menos. Dicen que muchas familias están abandonando a sus mascotas. El gato siamés debe haber venido de otro lugar, porque esta calle es de una clase media que alcanzó su auge en otras décadas y ahora subsiste, sobrevive. Sus habitantes actuales carecen de los atractivos que generan visitas afectuosas. Aquí...
El último paseo – José Pulido
José Pulido

El último paseo – José Pulido

ler em português “No podemos, tú sabes que no podemos”, dijo el hombre tratando de hablar bajo. Su cabeza casi tocaba el techo de zinc. Los cuatro niños parecían una flauta de bambú, acostados de menor a mayor, en la cama cuyo colchón era una ruma de cartones. “Yo le doy mi parte de comida y al otro día le das la tuya”, intentó convencerlo la mujer. Ambos tenían pómulos tan descarnados que casi parecían calaveras. Doña Matilde estaba sentada afuera, en el trozo de pared que había quedado de una casa, después del derrumbe de las lluvias pasadas. Miraba la noche, buscaba la luna, quería ver más allá de los nubarrones que anunciaban las tormentas del presente. Tenía las manos aferradas a una gran cartera negra hecha con estambre y fibras de polietileno. Habían recorrido oficina...
Caracas en dos platos – José Pulido
José Pulido, 2c

Caracas en dos platos – José Pulido

ler em português Si subes al cerro el Ávila y observas el valle, tendrás que aceptar que Caracas es un laberinto gigantesco. Ese mare magnum de edificaciones hechas de hierro, concreto, piedras y cristal, es obra del esfuerzo intenso de una masa trabajadora que a lo largo de generaciones ha sido acusada de pereza. El hombre salario, el hombre cerveza, no ha podido quitarse de encima el Sambenito que sigue sonando como si fuera una verdad nacional: “el venezolano es flojo”. Los museos, los teatros, la vida literaria, la poesía, la música brotando como un manantial, la intelectualidad tejiendo conceptos; la filosofía explicando; la historia forjando memorias para el uso cotidiano, las universidades buscando civilización, las religiones respirando fe, y otras manifestaciones del espí...