Conocimos a un hombre que nos asombró por su oído en medio del ruido infernal, parecía abordarnos a la adivinanza o magia: captaba todo lo que hablábamos. Eso. Lo vimos sordo al bullicio. Nosotros no mostrábamos interés ante él ni ante nadie, pero él direccionó su oído hacia nosotras. Al acercársenos, inventamos nuestros nombres según acordamos… Fuimos Madona, Lady Gaga y un par de raperas más. Se nos quedó mirando como descubriendo la treta o magia.
Nuestro hombre mago se apegó para que bailáramos con él. El grupo se fue dispersando poc...