La frase de Manolo hizo erupción en su rostro igual que cuando Arquímedes gritó su famoso “¡EUREKA!” al descubrir cómo calcular el volumen de un cuerpo irregular.
─ ¡El infierno es plano e isotérmico!
Afortunadamente para mi amigo, no había cerca un soldado romano dispuesto a sablear a cualquier enemigo por muy Arquímedes que fuera. Sólo estaba yo interrogándole con la mirada acerca de “a cuento de qué” venía esa euforia.
Así fue como me enteré de que Manolo había estudiado Termodinámica y que su profesor les explicaba que, si el i...