ler em portuguêsSe llamaba igual que yo, y creo que esa fue nuestra primera conexión.No creo haber conocido a nadie con su serenidad, ni su mesura, ni su cuidado con todos, y a pesar de ella misma haberme contado de sus batallas durante la crianza de sus hijos, me resultaba difícil imaginármela enérgica, brava, o por último sin su habitual sonrisa. Pero era lo que contaba, lo que yo oía, y lo que me hacía quererla y admirarla más.Su marido tenía un fusca, nombre brasileño para los VW, y viajaban ellos dos adelante, tres de los niños sentados at...