Manual para ayudar, por Victorino Muñoz
Un hombre forcejea con un armario en la puerta de entrada de una casa. Otro que va pasando por ahí se acerca, presto, a auxiliar. Pero tras varios minutos, no hay forma de mover aquel armatoste.El primer hombre, sudoroso, suelta en un suspiro:- Nunca pensé que sería tan difícil meter este armario.El improvisado ayudante exclama:- ¿Cómo? ¿Meterlo? Yo pensaba que estaba tratando de sacarlo.Pues, pensamos por acá, para cerrar la historia, que iba a ser difícil que funcionara el asunto, si uno halaba y otro empujaba; para adentro, para afuera; para atrás, para adelante. Cero avance.Esto nos lleva a pensar que ayudar no siempre es fácil. A veces uno termina estorbando más. Sobre todo si se procede como el nada inteligente ayudante, actuando a tontas y locas, sin preguntar.Claro, es que nadie ha...