News That Matters

96b

Recién casados, por Alejandro Moreno
96b, José Alejandro Moreno Guevara

Recién casados, por Alejandro Moreno

Nadie le teme más al ridículo que un recién casado. Quizás esto sea porque irremediablemente el ridículo y el matrimonio son cosas de temer. Natascha y Jhonny tienen nueve días de haberse casado. Fue una boda sencilla pero muy bonita. Mucha comida, poco aguardiente, la música discreta y los invitados relativamente muchos pero casi todos gente muy cercana. Natascha y Jhonny ven pasar esos  primeros días con una extraña cordialidad, suponen que así debe ser el matrimonio. Una noche luego de la cena Jhonny  le confiesa a Natascha que ha asesinado a un hombre con sus propias manos. Natascha le dice: - déjame terminar de lavar los corotos y me terminas de contar. del mismo autor Compartir en Gente que ayuda Quiero patrocinar
Crecer duele, por Luli Delgado
96b, Luli Delgado

Crecer duele, por Luli Delgado

Llevo varios días pensando en que somos muy injustos con la gente que envejece, vale decir, con nosotros mismos.Nos miramos con pena y no nos damos cuenta de que cada momento de vida en realidad forma parte del proceso evolutivo, que empieza con el parto y termina cuando nos morimos, y para el cual no hay excepción.La injusticia a la que me refiero es que no nos cansamos de aplaudir los esfuerzos de quien acaba de nacer, y en cambio apretamos la boca, por decir lo menos, con los esfuerzos de la gente que, como los aviones, inicia su descenso a tierra.“¿Viste qué belleza de rosquitas?”, se comenta la gente admirada del bebé a los pocos meses de vida. En cambio, nadie habla de qué bella la barriguita que le ha salido a quien pasa de los cuarenta.Lo mismo pasa con quien elogia los primeros pa...
La fiebre del araguaney, por Victorino Muñoz
96b, Rafael Victorino Muñoz

La fiebre del araguaney, por Victorino Muñoz

El valleincendia yerbas ásperasen medio de los ojosdeslumbradosen el amarillo solardel araguaney.Vicente GerbasiTodos los años, más o menos por estas fechas, uno puede ver un espectáculo, yo diría que un doble espectáculo. Se trata, por una parte, del emblemático árbol nacional: el araguaney. O debería decir los araguaneyes, porque son incontables los que se muestran en todo su esplendor, a lo largo de los caminos, avenidas, carreteras, plazas, parques, jardines y hasta montañas, engalanando el paisaje.El otro espectáculo son las personas que de pronto recuerdan, gracias a los araguaneyes en flor, que existen los árboles, que existen las plantas, y que son hermosos. Y entonces se vuelcan a las calles, armados de cámaras o de teléfonos con cámara, en una verdadera fiebre, que recuerda a la ...
El silencio, por Getulio Bastardo
96b, Getulio Bastardo

El silencio, por Getulio Bastardo

Nos quedamos callados, ya no había nada de qué hablar, se habían agotado todos nuestros argumentos, ella en contra y yo a favor. Ella muy racional, yo, muy emocional. Nos miramos a los ojos quizás por última vez. Mientras nos tomábamos de las manos nuestros ojos se colmaron de lágrimas y lloramos en silencio. Mis pensamientos se llenaron de recuerdos, los de ella intuyo que también, iguales a los míos, buenos y gratos recuerdos. De eso vivíamos, de recuerdos. La vida nos trajo hasta aquí después de transitar cada uno por otros caminos. Coincidimos nuevamente en otra ciudad cuando menos lo esperábamos, aunque yo siempre guardé la esperanza de volver a verla en cualquier momento de mi sola existencia, no importa dónde estuviera, así fuera en un supermercado, un avión o el cementerio de cualq...