ĀæCuĆ”les eran los intereses comunes que llevaron a esa alianza estratĆ©gica entre dos individuos que comparten algunas caracterĆsticas o rasgos de personalidad no tan favorables para la comunidad influenciada por ellos, como la egolatrĆa, el narcisismo y la riqueza económica? Uno, ademĆ”s, con riqueza tecnológica; el otro, con riqueza polĆtica.Claro, despuĆ©s de los hechos, todo el mundo es profeta.Los mĆ”s osados dirĆ”n: eso se veĆa venir, porque dos personalidades de ese tipo tenĆan que repelerse algĆŗn dĆa. Otros, mĆ”s cĆnicos, sentenciarĆ”n que el interĆ©s comĆŗn no era otro que el poder, nunca el bien comĆŗn. Y quizĆ”s no les falte razón.Lo cierto es que cuando ambos se unieron, la escena pĆŗblica se estremeció. Para algunos fue una alianza brillante, el matrimonio perfecto entre la innovación y la gobernanza. Para otros, una advertencia velada: el comienzo de una concentración peligrosa de poder e influencia, una simbiosis artificial con fecha de vencimiento.CompartĆan mucho mĆ”s que intereses:...