¡Si yo te contara…!,
porJosé Manuel Peláez
Tengo una vecina en el edificio que, desde hace doce años, cada vez que la saludo por cortesía me contesta con la misma frase: “¡Ay, hijo… si yo te contara!”. Generalmente corro con la suerte de que no me cuente nada porque el ascensor llega en ese momento o su gato llorón reclama la presencia de su dueña o recibo una llamada en el móvil o, si no la recibo, hago como si la recibiera. Pero algunos días excepcionales tengo que enfrentar lo que ella está deseando contarme aunque finja que preferiría no hacerlo.
Que su marido ya no es el mismo; que a la nieta le robaron el premio de la “Muñequita del año” porque la mamá de la ganadora es “muy generosa” con los organizadores, pero yo no soy así, mi madre nos enseñó a no perder la dignidad. ¿Y qué te parece que mi hija ya no nos visita? ya lo...