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El próximo robot,<br/> por Lucy Gómez
199d, Lucy Gómez

El próximo robot,
por Lucy Gómez

La alta tecnología toma poco a poco los hogares de las grandes ciudades.  Así como se ha universalizado la posesión de teléfonos móviles y ordenadores, la inteligencia artificial ha ido deslizándose de las mesas de trabajo y la cocina al resto de las habitaciones.Con relojes de pulsera te planificas la vida, las aspiradoras-coleteadoras van solas por los pasillos, hay genios que responden cualquier pregunta que les hagas en alta, clara e inteligible voz.Uno de los objetos que me cae más simpático se ocupa de la recolección de basura.No se trata de los contenedores del barrio, que son menos populares. Hay que caminar un rato, llevar tarjeta, saberla usar, sincronizar movimientos y oír a la gente protestar a tu lado cuando no los puede abrir a tiempo, luchar con las tapas de los aparatos que...
Serpientes,<br/> por Leonor Henríquez
199d, Leonor Henríquez

Serpientes,
por Leonor Henríquez

read it in English          Me resulta gratificante.Trátese de cocina, costura o afines, siento un placer adicional en crear con restos de materiales que de otra manera se hubiesen desperdiciado.En el caso que me ocupa, el tejido (conocen mi afición), hobby que Cortázar definió como “una buena excusa para no hacer nada”, pues conseguí una caja llena de estambres de colores, sobrados de osos, elefantes y búhos.¿Cómo podría deshacerme de esas lanas de manera creativa? De ahí surgió la idea de tejer una culebra.Más fácil imposible, un tubo larguísimo hasta agotar las lanas.Me puse manos a la obra y mientras movía rítmicamente las agujas, me fue poseyendo el profundo significado místico de la serpiente.Me dejé invadir por su dulce veneno y decidí dedicar cada color de estambre a estas fascinan...
Manga corta,<br/> por Luli Delgado
199d, Luli Delgado

Manga corta,
por Luli Delgado

¿Cuántos años hace? No me acuerdo, pero seguro más de veinte. Y sin embargo cuando quiero saber si saco el paraguas, no importa adónde esté, miro hacia Petare, para los que no saben, el lado oeste del valle de Caracas. Ni modo.Pero hoy me quiero meter por la calle paralela: la calle de la manga corta. Aquí poquito a poco se fue metiendo la primavera y hubo de sacar/doblar algunos edredones. Eso sí, los dejamos sobre la silla porsia, aunque creo que dentro de poco va a ser hora de guardarlos.Después le tocó a los monos. Esos de muletón. Una de estas noches me desperté ahogada y me tuve que levantar a buscar una dormilona.Ahí llegó el sol, y, no contento con ponerse radiante, calentó en serio.  Con las ventanas abiertas llegó la hora de revisar las gavetas y hacer esa especie de rotación anu...
Te cuento que… <br/> por Suzan Matteo
199d, Suzan Matteo

Te cuento que…
por Suzan Matteo

Matilde Urrutia fue más que la musa de un Nobel, aunque rara vez se le haya reconocido como tal. Fue poetisa y cantante lírica (mezzosoprano), y dominaba el arte sutil de armonizar su vida con la de un hombre que ocupaba demasiado espacio. Se enamoró de Pablo Neruda cuando él aún estaba casado con Delia del Carril, y fue amante, esposa, confidente, enfermera, secretaria, cocinera, y finalmente, viuda. Durante años, su imagen fue la de una mujer a la sombra del genio, como si por estar enamorada tuviera que resignarse a ser secundaria. Más que la tercera esposa de Pablo Neruda fue su cuidadora durante su exilio, lo acompañó en sus momentos de enfermedad y, tras su muerte, se encargó de preservar su legado, incluso cuando eso significaba silenciarse a sí misma. Pero no fue ingenua. ...