Tiempos extraños, por Luli Delgado
Yo hace tiempo que no vivo en el trópico, y antes de mi salida diríamos que definitiva, ya había vivido varios años fuera, invariablemente en lugares de cuatro estaciones, más o menos marcadas, pero cuatro sin duda.Y resulta que a pesar de todo este tiempo, todavía me llama la atención, cuando veo en la calle a un bebecito embojotado en abrigos a quien su mamá pasea en su coche. ¡Tan chiquito y con ese frío!O a los señores mayores, imaginándolos la vida entera en este vaivén de estaciones. Pobrecitos.A nosotras nos ponían un suéter casi siempre más para tranquilidad de las mamás que por necesidad real, e invariablemente ya para la hora del recreo nos estábamos ahogando.El señor de esta casa, en cambio, me cuenta que, de niño, durante las épocas de frío en Montevideo, caminaba sobre grama c...