Tulipanes, por Leonor Henríquez
Pensaba que era una especie en extinción.Me refiero a encontrar a alguien que sepa escuchar.En tiempos de dudosos liderazgos, de egocentrismo exacerbado, de satisfacción inmediata, de ruido, ese que nos aturde y ensordece, resulta inspirador conseguir un buen oyente.Tuve la suerte de toparme con uno.Conversamos sobre el tiempo, compartimos pan y vino. También hablamos sobre las flores, las lágrimas y otros misterios.Me escuchó con detenimiento. Sentí que las palabras fluían diáfanas y, para ambos, significaban lo mismo.El tiempo, una ilusión.El pan, tibio y recién horneado.El vino, soleado y fresco.Las flores, alegres.Las lágrimas, saladas.También compartimos silencios elocuentes, a veces no importan las palabras para entenderse.Esta conversación me ayudó a relajarme después de un largo vi...