Editorial

Buenos días y buen domingo para todos.

Esta semana, la cuarta y última de homenaje a la gente que cuenta, nuestros colaboradores escriben sobre momentos importantes de sus vidas.

Abrimos con Luli Delgado, quien nos ofrece detalles sobre cómo su idea de crear un site poco a poco fue evolucionando hasta llegar al Atril que hoy les ofrecemos.

Carmen Concha-Nolte nos habla de un tatuaje con el que carga desde los diez años y Leonor Henríquez rememora la noche en que 007 la invitó a cenar.

Fernando Carmino Marques nos recuerda que no siempre nos damos cuenta de que algo importante nos está pasando o por pasar y nos da como ejemplo, la madrugada en la que trabó amistad con Álvaro de Campos, alter ego de Fernando Pessoa. Mayte Navarro nos habla de su trabajo en las páginas sociales de El Universal de Caracas, a las que llama “premonición de Instagram”, mientras Luis Alejandro Rodríguez nos trae un relato sobre la noche en la que jugó a las escondidas en un centro comercial.

Alfredo Behrens repasa los capítulos más resaltantes de su vida, mientras Lucy Gómez y Victorino Muñoz, sin ponerse de acuerdo, nos explican qué los llevó a elegir su profesión.

Cerramos con el corto Solo dos minutos de Samuel Manzanera, y los dejamos con este cuadro de Renoir, Almuerzo de los barqueros, pintado entre 1880 y 1881. Con esta obra queremos agradecerle una vez más al equipo de la gente que cuenta por hacer posible nuestra edición de cada domingo, suerte de fiesta ofrecida desde varios lugares del mundo, y a ustedes, también desde diferentes lugares, por venirnos a visitar.

No olviden que nuestra Newsletter está disponible para aquellos que deseen recibir el Atril en sus correos electrónicos y que, como siempre, les pedimos que nos compartan en sus perfiles y nos apoyen con sus colaboraciones.

Una buena semana y hasta nuestra próxima edición.