A contracorriente,
por Luli Delgado
Yo creo que la raíz estuvo en que mi familia era fanática del equipo de béisbol Navegantes del Magallanes, que no era de los más populares y de paso proclive a perder.
Vaya uno a saber. Lo cierto es que desde que recuerdo, he pertenecido a la minoría. ¡Ojo! no dije perdedores, sino minoría.
Fui creciendo así, sin darme mucha cuenta, pero el caso es que estudié lo que no se suponía que debía estudiar, me casé vestida de rojo, me enamoré de un país del que ninguno de los míos entendía el idioma. En fin, diferente, minoría, original, fuera de la caja, ustedes le escogen el nombre, pero es así que yo he vivido. Para completar, nací zurda. No de política, sino de no poder usar la mano derecha, lo cual siempre me dio problemas con las tijeras y los cuadernos de argollas, por dar dos ejempl...