El San Juan Bautista de Da Vinci – José Pulido
El pintor y maestro de pintores Braulio Salazar, me honró con su amistad. En cierta ocasión me contó que en su juventud había tenido una pesadilla con Juan el Bautista. Eso le sorprendió porque el Bautista no es un ser amenazante.
En medio de una fiebre que le derretía el cuerpo, Juan el Bautista lo miraba y con un dedo señalaba el cielo. Braulio le dijo “Todavía no voy para allá”. Eso le causó gracia en el mismo sueño porque Braulio tenía un gran sentido del humor. “Me reí de la pesadilla, porque entendí de dónde venía. Cuando uno sabe de dónde vienen los sueños no te causan asombro”, comentó Braulio.
Una mañana entró a una ferretería donde compraba óleos y trementina y se quedó pasmado ante un almanaque recién colgado. Era nuevo y anunciaba el año siguiente, aunque faltaban dos...