Aprender a navegar para no naufragar – Felipe González Roa
El placer de leer: abre la imaginación, permite acariciar ideas, recorrer el mundo, visitar lugares desconocidos, descubrir otros que parecían evidentes. Profundiza el conocimiento, amuebla nuestra cabeza. Las más importantes transformaciones que se han registrado en la historia humanidad fueron primero escritas en las páginas de los libros.
El mundo siempre se ha dividido en dos ciudades: la de los pobres y la de los ricos. Todavía hoy, a pesar de toda al agua que ha pasado debajo del molino, esta triste situación se sigue sucediendo. Pero dentro de esas dos metafóricas urbes se escondía una división aún más grotesca: la de aquellos que sabían leer, y por lo tanto tenían acceso al conocimiento, y la de los otros que no tenían esa posibilidad y, por lo tanto, quedaban excluidos de l...