News That Matters

Carmen Concha-Nolte

Megustéame, por Carmen Concha-Nolte
95c, Carmen Concha-Nolte

Megustéame, por Carmen Concha-Nolte

A un niño le levanté mi pulgar como aplauso mientras bebía agua. Me dijo que yo amaba mucho Facebook. Sin duda, él ignoraba que siempre hemos usado el pulgar elevado para favorecer o aprobar algo/alguien.Le expliqué que usar el pulgar, exultante (satisfecho) y hacia arriba, es tan antiguo como los huevos de la gallina; pero el asunto ha cobrado valor en el mundo digital. Hoy, miles de Megusta se dolarizan en gigantes plataformas, claro, previamente, escuchamos la cancioncita: por favor, suscríbete, dale clic a Megusta. Estas incitaciones inflan el yo de cualquiera.Millones braceamos en mares llenos de pulgares altos o Megusta. Los estudiosos lo llaman autoestima, exaltación del ego. Una antropóloga va más lejos y denomina el fenómeno como Megustéame. Ella dice que hemos inventado un salvav...
Quien no te conoce… por Carmen Concha-Nolte
92b, Carmen Concha-Nolte

Quien no te conoce… por Carmen Concha-Nolte

Papá crió siete hijas junto a mamá. Siendo sincera, él disfrutó esta labor, la más dura de su vida. Si la veo en retrospectiva, pienso que la situación social y política de ese tiempo era pesarosa; sin embargo, pasó desapercibida debido al carnaval pintoresco que le regalaron sus hijas queridas.En su día a día, mi progenitor vivió en versatilidad absoluta. Una de su tribu cantaba, otra se sentía nostálgica, las más sociables exigían lo impuesto por la moda, mientras las restantes caminaban a pasos acelerados. "Quiero ser paracaidista, a mí nadie me detiene", decía la menos cuerda. "Yo amo el teatro y los besos de galanes…", se amotinaba la más avezada.Pobre pa’, cuando no podía calmar a sus hijas, y a manera de reflexión, estampaba: "Hijita, el que no te conoce te compra". Quién iba a imag...
De vecino a matemático famoso, por Carmen Concha-Nolte     
90b, Carmen Concha-Nolte

De vecino a matemático famoso, por Carmen Concha-Nolte     

Me encorvo. Evito la sombra entre casa y casa. Detrás de esa silueta vive alguien de rara belleza. A veces trepa, no calcula bien. En otros momentos, juega con los ladrillos que separan mi casa y la suya. Miro por meses esta escena. El atrae como ruleta ferial o surtidor de chocolate.Pasó un año.Me resisto a contemplarlo a distancia. Mi locura es visible. Rondo su casa. No sale. Por fin, por fin… un día tira libros en el parque, cuenta flores, pétalos y remueve lombrices. Mis piernas flaquean, mi corazón revienta no sin antes percibir los hombros escuálidos de mi hombre.El día de mi cumple, surgió un encontronazo. Al saludarnos perdí el pestañeo, mis hormonas se multiplicaron y me restaron fuerzas. Necesité respirador. En estas circunstancias, descubrí a mi extraño matemático en órbita inf...
Sexador, por Carmen Concha-Nolte
88b, Carmen Concha-Nolte

Sexador, por Carmen Concha-Nolte

"Soy sexador, encantado", le dije. Estaba apurado. Debía cambiarme, alargaba mis pasos para llegar a tiempo. Me tocaba el segundo turno. No dejaba de pensar, ¡oh sus ojos!, en ella. Creo que le di la mejor impresión. Bueno, algo la deslumbré, eso creí.Más que afortunado, entre semana me la encontré. Estaba vez parecía asombrarse con solo mirarme. Por momentos me evitaba. Le dije que era linda y la invité a salir. Me dio pretextos: su padre, trabajo atrasado, visa por vencerse, el perro…  "No hay problema, yo espero", respondí. Rehusó darme su Snapchat. Lo busqué; me bloqueó y desbloqueó.Por fin gané el privilegio de salir con ella. Estaba intrigada, fui tan tonto que apenas lo noté. Su belleza me desmembraba. Por descuido, dejé una pluma en mi pelo a pesar de haberme bañado. Al segundo, el...
Alfombra roja, por Carmen Concha-Nolte
87c, Carmen Concha-Nolte

Alfombra roja, por Carmen Concha-Nolte

La alfombra roja ha cobrado protagonismo sin que nos demos cuenta. Su uso se remonta al personaje Agamenón (458 a. C.), a quien su esposa recibió con un sendero rojo. Pasados los siglos, se extendió una alfombra roja cerca al río para recibir a un presidente, para guiar a viajeros que descendían de un ferrocarril, para acoger a novios, celebridades en los hangares de aeropuertos, en premiaciones, en días festivos, en, en, en… La alfombra roja imprime realce, visibilidad.Hemos escuchado mucho: «A mí me tienden una alfombra roja el 14 de febrero». ¿Cómo no?, nos alegramos por eso. Y qué hay de los días restantes. Sinceramente, muchas personas enrollan su alfombra roja, es decir, el agasajo, la fiesta, zalamerías y trato VIP -very important person- se diluyen por arte de magia.Por añadidura, ...