El amanecer más bonito – Alejandro Moreno
No hay manera de que el amanecer sea más bonito. Tendría que bajar la Virgen y repartir flores para que eso fuera posible, piensa Conrado viendo el cielo. Trota un poco hasta la puerta y mirando hacia adentro no tiene manera de adivinar quien está allí.
Se devuelve a la plaza y vuelve a mirar el cielo. Regresa a la puerta y otra vez tira la vista hacia adentro. Finalmente sacan la urna. Conrado da vueltas alrededor del cortejo que apenas va saliendo para el cementerio.
Su hermana Mercedes lo toma por el brazo, él insiste en jugar. Todos lloran menos él. La señora Josefina le regala un mango. Le da las gracias y se echa a reír. Ese día cumple cincuenta años y le pregunta a su hermana Mercedes por su mamá. Ella lo abraza. En dos días Conrado se va para Caracas porque Mercedes no lo pu...