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Axel Capriles

El don de la alegría, por Áxel Capriles M.
142a, Axel Capriles

El don de la alegría, por Áxel Capriles M.

 Un cierto clima de opinión condena últimamente al pensamiento positivo y a la gruesa literatura de autoayuda sobre felicidad. Yo lo hice, también, con cierta sorna, en el pasado, imbuido de la supuesta superioridad de la filosofía pesimista que yacía en el trasfondo de la psicología del inconsciente y las complejidades del Psicoanálisis. Nos reíamos del beatífico simplismo del mayor éxito editorial de mis tiempos de estudiante: Yo estoy bien, tú estás bien, de Thomas Harris. Hoy la crítica tiene más bien un tono político. Acusan a la psicología positiva de ser un método de conformidad que al hacer responsable al individuo de su propia felicidad y de las actitudes que toma ante la vida, acepta los problemas de fondo, las injusticias y las causas sistemáticas de la desigualdad y los malesta...
Comenzar de nuevo, por Áxel Capriles M.
132a, Axel Capriles

Comenzar de nuevo, por Áxel Capriles M.

¿Has deseado alguna vez cambiar de vida, tener un nuevo comienzo? ¿Has querido mudarte a otro lugar, romper con tu pasado, reinventarte? ¿Has sentido la necesidad de un cambio profundo en tu vida amorosa, en tu relación de pareja, en tu carrera profesional? ¿Has sentido el reclamo de una transformación radical? Casi todos los seres humanos recorremos el camino que nos toca vivir con al menos dos argumentos, el de la ruta central sobre la que hemos desembocado y que en cierta manera elegimos, y el de otra existencia más tenue, como la del pasajero que se quedó rezagado, que fue dejado de lado en alguna bifurcación. Muchas veces, la seguridad y la estabilidad soportan una vida monótona que oculta otra vida soñada, luminosa, más auténtica y poblada de creatividad. Hay numerosos momentos de in...
Napoleón empobrecido, por Áxel Capriles M.
128a, Axel Capriles

Napoleón empobrecido, por Áxel Capriles M.

Ridley Scott termina su más reciente película “Napoleón”, sobre la vida del Emperador francés, con la lista del número de muertos en sus batallas. Aparentemente, para Scott, Napoleón Bonaparte no tuvo mayor gloria ni más impacto que ese, además de su muy pobre y tosco desempeño sexual. En la mirada del director de cine británico, las reformas de Napoleón no dieron la estocada de muerte a la estructura del Antiguo Régimen, no crearon el sistema moderno de educación, ni el nuevo código civil, el código napoleónico, tuvo mayor trascendencia, aunque fuera implantado en gran parte de la Europa continental y permanezca aún vigente. El hombre que mesmerizó al ejército francés, que asombró y dominó a toda Europa, que marcó su época, careció totalmente de carisma, fue un personaje gris, una fig...
El Amazonas de Salgado, por Áxel Capriles M.
121b, Axel Capriles

El Amazonas de Salgado, por Áxel Capriles M.

La selva amazónica fue parte importante de mi vida durante más de 15 años. A principios de los años noventa fundé Expediciones Guaharibo, una empresa para el turismo de aventura en el Alto Orinoco. El caño Casiquiare, el río Siapa, el Ocamo y el Padamo eran mis ríos, mi territorio. El emprendimiento no fue, obviamente, económicamente rentable. El principal cliente fui yo mismo. Recuerdo muchas vacaciones con mi familia, mi esposa y mis hijos pequeños extraviados entre lianas, aprendiendo a remar en curiara. En esa época había pocas personas interesadas en dormir a cielo abierto, en hamacas guindadas sobre estacas clavadas directamente en las playas móviles recién creadas por los majestuosos ríos, pocos turistas disfrutaban de la incomodidad y de los mosquitos. Yo, sin embargo, gocé al ...
Viaje y libertad, por Áxel Capriles M.
113a, Axel Capriles

Viaje y libertad, por Áxel Capriles M.

Escribo desde una ciudad vaciada, vacía. En el centro urbano aparecen pequeños grupos de turistas con zapatillas de goma, pantalones cortos y mochila, pero en los barrios residenciales, aplastados por la resequedad y el calor, se escucha el más pequeño craqueo de las ramas amplificado por el silencio absoluto y el desierto de sus calles. Madrid siempre ha sido así en agosto. Pero esta vez es distinto, el vacío es más intenso. Ni Dios está en las iglesias. Después de las elecciones generales del 23 de julio, mucha gente anticipó su vacación y todo el mundo se lanzó ansiosamente a las playas y a la montaña, como escapando de un año político que ya tenía demasiado tiempo absorbiendo la atención. Era necesario desconectarse, cambiar de ambiente, romper la rutina, renovarse. El viaje res...
El complejo del dinero, por Áxel Capriles
106a, Axel Capriles

El complejo del dinero, por Áxel Capriles

Hay temas que nunca pierden vigencia, que no desaparecen sino que, más bien, crecen. Uno de ellos es el complejo del dinero, el conjunto amplio de imágenes y representaciones mentales que tenemos de la moneda, contenidos que portan un acentuado tono afectivo y una carga energética muy fuerte. Hace poco me escribieron dos lectores por mensajes directos en mi cuenta de Twitter pidiéndome, coincidencialmente, que volviera a publicar el Complejo del Dinero, un viejo libro que apareció originalmente en 1996 y cuya última edición la imprimió El Nacional en 2011. Me excusé escribiéndoles que tendría que revisar demasiado el libro, actualizarlo con nueva data, porque desde la época de su popularidad y primera circulación la psicología económica había avanzado a pasos agigantados. En los años n...
El fin de la paciencia, por Áxel Capriles M.
103a, Axel Capriles

El fin de la paciencia, por Áxel Capriles M.

 Me he vuelto impaciente. Quiero mensajes cortos, precisos, que la gente vaya al punto. Un artículo de más de 2.000 caracteres me parece largo. Veo un reel pero no una prolongada entrevista en televisión. Mi tiempo corre ciegamente con prisa y creo que no estoy solo ni soy el único que siente esta abrumante sensación de perentoriedad. El tiempo se ha acortado y hasta el tempo lento tiene un ritmo distinto. Durante mi juventud, me jactaba de la afición a directores de cine como Michelangelo Antonioni o Alain Resnais. Hace poco invité a un grupo de amigos a ver El año pasado en Marienbad, de Resnais. Unos se fueron enseguida ahuyentados por la película y otros se quedaron dormidos. A todos les pareció aburridísima. Las tomas y aproximaciones lentas, las conversaciones y sucesos que se re...
El goce de lo inútil, por Axel Capriles M.
100a, Axel Capriles

El goce de lo inútil, por Axel Capriles M.

Cuando Alejandro de Humboldt llegó a Caracas en 1799 preguntó a los lugareños sobre la mejor manera de ascender a la cumbre de la hermosa montaña que domina la ciudad, el cerro Ávila. No encontró respuesta. Aparentemente, nadie lo había intentado con anterioridad. En enero de 1800 Humboldt y Aimé Bonpland realizaron la primera ascensión conocida a la Silla de Caracas. Los criollos quedaron asombrados de que a alguien se le ocurriera andar, sudar y cansarse por placer o mera curiosidad.Algo similar le ocurrió a Francesco Petrarca en 1336 en su ascenso al Mont Ventoux, el monte Ventoso, en el sureste de Francia. Habiendo decidido subir la montaña con su hermano Gherardo, se encontraron con un viejo pastor que intentó disuadirlos de su intención. El anciano les dijo “que nunca se había oído e...
Turista a toda honra, por Áxel Capriles M.
97a, Axel Capriles

Turista a toda honra, por Áxel Capriles M.

 Después de la gran expansión geográfica del Renacimiento, entre mediados del siglo XVII y mediados del siglo XVIII, el nuevo referente para los viajes fue el Grand Tour. Viajar se convirtió en la experiencia necesaria para culminar la educación y el refinamiento de las clases dominantes. El Grand Tour era una suerte de ritual iniciático que los jóvenes acaudalados tenían que atravesar antes de asumir los deberes y el liderazgo en sus países de origen. Fue una práctica común en Inglaterra, país que en esa época era la potencia más rica del mundo. El tour duraba, por lo general, entre uno y cinco años. Los jóvenes atravesaban el Canal de la Mancha en barcos de vela y luego continuaban por el continente europeo en coches particulares con sus caballos o carruajes de postas. En los Alpes, los ...
La ciudad del momento, por Áxel Capriles
86a, Axel Capriles

La ciudad del momento, por Áxel Capriles

Hace algún tiempo, caminando por la calle Almagro, en el barrio Chamberí de Madrid, escuché a un corredor inmobiliario decir a sus clientes: “Les voy dar cinco razones de por qué vivir en Madrid. Primero, el agua es buena. Segundo, el transporte colectivo es bueno. Tercero, los cielos son azules. Cuarto, es una ciudad alegre. Quinto, es barata. Si bien el último punto es hoy cuestionable, aunque no, al compararla con Miami, París, Londres o New York, el corredor inmobiliario parece haber tenido razón y muchos le hicieron caso. Madrid se ha convertido en la ciudad del momento, en el lugar trendy, el centro urbano donde suceden las cosas. Sin poder explicar exactamente por qué, las ciudades, como seres vivos y cambiantes, en ciertos momentos descollan y se convierten en polos de atracción.A ...
Los ensueños del viajero, por Axel Capriles M.
75a, Axel Capriles

Los ensueños del viajero, por Axel Capriles M.

En medio del Sahel dos clanes Wodaabe, los Ndjapto y los Soudoussoukaya, se reúnen para un gran festival de bellezaCantos repetitivos, ojos muy abiertos y rechinar de dientes son las señas distintivasMaquillaje y cuidado personal de los hombres desde la mañana hasta la nocheLas mujeres escogen al más belloHombre de las vacas polvorientasImpecable en medio del polvo, la bosta y las moscas. Previous Next Fotos de Axel Capriles Un año después de haber llegado al nacimiento del Nilo Azul, al sur del lago Tana, en las tierras altas de Etiopía, el explorador escocés James Bruce emprendió su retorno al Cairo descendiendo hacia el sofocante desierto del Sudán. En el inicio de su viaje, Bruce había sido retenido por la fuerza durante dos meses en Massawa...
El fetichismo fotográfico, por Áxel Capriles M.
61a, Axel Capriles

El fetichismo fotográfico, por Áxel Capriles M.

El sol acababa de caer, como si la tierra hubiera devorado un inmenso círculo perfecto, una bola de fuego de rojo puro, sólido, sin una sola deformación en su circunferencia. Me senté a ver el atardecer, absorto frente al interminable desierto del Kalahari. A los pocos minutos, en lugar de oscurecer, el cielo, las nubes, el universo entero, todo el paisaje, estallaron en una pugna expansiva de destellos y colores. Todas las tonalidades desembocaron en mi mirada: anaranjado, escarlata, bermejo, bermellón, ámbar, ocre, morado, fucsia y también azules. Como si el sol enfurecido luchara contra el ocaso en los trasteros del horizonte, una línea que se hacía cada vez más profunda, más amplia. También la arena era un destello, una ráfaga de colores que se unía con el firmamento. No tengo memoria ...