No hay lo que tú quieres – José Pulido
Cuando la ciudad se congestiona y los automóviles avanzan unos metros apenas, aparecen los vendedores ambulantes que ofrecen espejos redondos, paraguas, llaves inglesas, peinetas de dama antañona, lupas, tornillos para antenas de televisión, mariposas y arañas en cajitas de vidrio, y afiches de Pedro Infante.
Basta que usted necesite comprar un tornillo para antenas de televisión o un alicate de presión, los vendedores aparecen ofreciendo plátanos y mangos y las ferreterías se esfuman. Si usted anda buscando con urgencia una de esas lupas que introducen agresivamente por la ventanilla en el tránsito detenido, solo encontrará vendedores ambulantes pregonando mentol chino y manteca de culebra.
Si el médico le dice que lo estítico se le pasará tomando jugo de tamarindo, en cada semáforo...