El jobito, por Alejandro Moreno
Casi nadie lo sabe pero el poeta Ramos Sucre era amante del jobito. Ciertamente nadie pudiera pensar que él fuera fanático de una fruta que solamente se ve en una temporada muy corta en Cumaná. Y uno pudiera preguntarse si le gustaban las frutas de temporada corta por qué no fue fanático de la ciruela. El caso es que le gustaba el jobito y nadie sabe por qué. Es probable que alguna noche tomara una escudilla de peltre, pusiera veinte jobitos y empezara a comer hasta saciar sus ganas. Nadie puede estar seguro de que lo hiciera pero habiendo escrito todo lo que escribió uno llegaría a pensar que sí lo hizo.del mismo autor