News That Matters

Alfredo Behrens

El futuro visto desde una botella, por Alfredo Behrens
Alfredo Behrens

El futuro visto desde una botella, por Alfredo Behrens

ler em português  Ayudar a tus hijos a crecer es muy placentero. Pero hay un imponderable: no sabemos qué camino tomarán. Con el tiempo, impresiona darse cuenta de que el camino de los hijos no será el mismo.En el torbellino de tareas, es posible que no prestemos suficiente atención a pequeñas señales que sugieren diferentes estilos y caminos para los hijos. Comparto una anécdota.Eran dos hermanos en un pequeño país con botellas de Coca-Cola demasiado grandes para los niños. “Es para compartir”, dijo el padre mientras les entregaba una botella a los hermanos. El mayor se distrajo con un libro y cuando fue a mirar, el menor se había bebido toda la Coca. Clamando justicia, el hermano mayor llamó al padre confiando que él restituiría el orden. Fue cuando el menor explicó que como la mitad de ...
No le dieron tregua, por Alfredo Behrens
Alfredo Behrens

No le dieron tregua, por Alfredo Behrens

ler em portuguêsEra conocido como el Dios Verde. Vestía una túnica andrajosa, andaba descalzo y tenía una barba hirsuta. Vivía en un rancho minúsculo a la entrada de un bosquecito. Creo que de ahí venía lo de Verde.Lo de Dios venía de que predicaba, en general contra la iglesia católica. Hubo quien recordase que había sido seminarista y que desilusionado abandonó el seminario para predicar el desapego. Lo cierto es que argumentaba que un hijo de Dios no tenía derecho de andar por ahí con ropas caras mientras había tantos pobres sueltos.No se metía con nadie. Porque no molestaba era más bien ignorado, salvo por los párrocos, que alertaban a sus feligreses contra los falsos profetas. Si le daban pan lo agradecía. Si le daban mucho lo repartía entre los más necesitados que no eran y algunos d...
Fugaz Begonha, por Alfredo Behrens
59b, Alfredo Behrens

Fugaz Begonha, por Alfredo Behrens

leer en españolNuma feira em Londres em fins dos setenta, disse-lhe que se chamava Begoña, que era das Astúrias e que estava em Londres para afinar o inglês. Ela tinha o tipo de uma jovem convencional, com pérolas nas orelhas e tudo, mas sorria bonito e ele a convidou para visitá-lo em Cambridge. Tiveram um romance intenso, mas fugaz, porque logo depois ela voltou para as Astúrias. Com o tempo, uma carta chegou à sua faculdade em Cambridge. Era uma bela carta romântica. Ele gostou de recebê-la e sabia que a responderia, então guardou o envelope no qual tinha visto o remetente. Mas quando foi consultá-lo, percebeu que era indecifrável. Fora das Astúrias e da Espanha, nem mesmo a cidade era percebida com clareza, muito menos a rua onde morava. Ele não pôde responder e essa foi a última carta...
O espião que salvou a Rússia – Alfredo Behrens
22b, Alfredo Behrens

O espião que salvou a Rússia – Alfredo Behrens

leer en españolA Rússia não interessava a Hitler mas que pelo acesso a alimentos e petróleo. Foi por elas que Hitler deflagrou a Barbarrossa, a invasão da Rússia.O exército Nazi estava ás portas de Moscou, que resistia mas poderia cair a qualquer momento. Mas, em 5 de dezembro o exército russo deflagrou em Moscou uma inesperada contraofensiva que mudou o rumo da frente Nazi no Oriente.Como puderam os russos, já famigerados, realizarem essa contraofensiva?Aí é que entra um sujeito alemão que cobrou uma dimensão inesperada. Richard Sorge era um alemão espião dos russos trabalhando em Tokio. Sorge devia ter um ar encantador, no mínimo para a antiga esposa do seu professor de doutorado em ciência política. Ela cedeu aos encantos do Sorge explicando que ao conhecê-lo : "Foi como se um raio me p...
La piba de la biblioteca, por Alfredo Behrens
Alfredo Behrens

La piba de la biblioteca, por Alfredo Behrens

ler em português   En la playa de Ipanema se paseaba una piba de la facultad que me gustaba. Le dije lo que me parecía ser un piropo y me devolvió un rechazo irreconciliable: ¡me dijo que no fuese tan uruguayo! Pero yo era recién llegado, uruguayo era lo único que yo sabía ser, y creía que lo hacía bien. Fue duro, y más aun porque yo estaba muy solo.Pasó el tiempo y conocí de vista en la biblioteca de la facultad otra piba que me gustaba, y por quien creía ser correspondido. Aún inseguro de mi estrategia de aproximación, en el bar de la facultad le pregunté, no sea cosa que mi mano le resultase gruesa, que si podía acariciarla. Resulta que me dijo que, sí y nos hicimos más que caricias a lo largo de varias décadas, con amor y odio, de ambos lados del océano Atlántico, Norte y Sur. Hasta qu...
Genealogia de pé rapado, por Alfredo Behrens
74c, Alfredo Behrens

Genealogia de pé rapado, por Alfredo Behrens

leer en español   Existe um tipo de macaco nativo do Zaire chamado Bonobo. Bem, Bonobo não significa nada no Zaire. Parece que o progenitor do macaco bonobo foi má caligrafía. A gaiola com a qual enviaram o macaco para a Europa deveria ter dito Bolobo como a cidade de origem, mas alguém escreveu Bonobo e foi assim que o nome colou, no macaco e seus descendentes.Não é tão estranho. De Montevidéu carrego o sobrenome Peretz, em homenagem ao meu pai e ao pai dele. Acontece que, em espanhol, Peretz soa muito como Pérez, um sobrenome muito mais provável por lá. Bem, em Montevidéu cansei de corrigir as pessoas que entendiam Pérez quando eu dizia Peretz, até que decidi ir para o Brasil. Lá, Peretz ainda é um trava-língua, mas não parece com nada, então, no máximo, as pessoas me pediram para repeti...
Reencontros, por Alfredo Behrens
73b, Alfredo Behrens

Reencontros, por Alfredo Behrens

leer en español    Lembro-me com carinho das minhas maestras em Montevidéu, especialmente uma, jovem e bonita, que me ajudou muito. Mas eu fui pulando por vários países e me resignei a tê-la perdido. Até que, quando eu também era professor, tendo acabado de dar uma palestra em São Paulo, essa linda mulher se aproximou de mim querendo saber onde eu havia estudado na primária. Tão logo eu disse o nome da escola, seu rosto se iluminou enquanto num abraço apertado me disse: Eu fui sua maestra! Era ela, sim, aquela que eu achava que tinha perdido para sempre sem poder agradecer por me ajudar a crescer. Ainda sorrio quando me lembro daquele momento, pelo qual agradeço a Deus. do mesmo autor Compartir en Quiero patrocinar
El oficio de los huesos, por Alfredo Behrens
Alfredo Behrens

El oficio de los huesos, por Alfredo Behrens

ler em português   Los huesos dan trabajo. No sólo cuando cambia el clima. Disponer de ellos también da problemas. Fíjese si no la locura en torno del cuerpo de Evita Perón. Se lo llevaron de aquí para allá y hasta se dijo que había muerto quien sabía dónde la habían escondido. Pero Evita no fue la única. De Napoleón se dice que quien está en el ataúd expuesto con todas las pompas en París, no es él sino su mayordomo, y que los huesos de Napoleón mismo están en Inglaterra. Ahorita, de una iglesia en Ucrania, los rusos se robaron los huesos de Potemkin, aquel del acorazado. Si traerán problema los huesos, que al Bin Laden los americanos le tomaron las impresiones digitales en el avión que volvía a los EUA y de ahí mismo lo tiraron al mar.Pero ese trajinar de huesos es cosa tan grande que ha...
Pordioseros, por Alfredo Behrens
Alfredo Behrens

Pordioseros, por Alfredo Behrens

ler em português   Cansada de tanto revolotear, una persona puede acercarse al Tinder buscando un asidero seguro. Hay vulnerabilidad en eso. Quién sabe si fue eso lo que llevó a una mujer a entregarle dinero a un hombre que decía ser un astronauta ruso necesitando alquilar un cohete para volver a la Tierra.Varias veces me vi yo entregándole dinero en la calle a un pordiosero que pedía volver en autobús a su casa. La diferencia entre esa mujer y yo no sería mucho mayor que la cantidad de dinero pedido. En ambos casos, astronauta y pordiosero, pedían para regresar a su casa.El valor simbólico de casa, como lugar seguro, pleno de amor, es lo que vence la resistencia a desprenderse del dinero y ayudar a quien lo pide.Es doloroso estar perdido lejos de casa. ¡Tanto más en el espacio! Tal vez se...
No conocía el idioma, por Alfredo Behrens
70a, Alfredo Behrens

No conocía el idioma, por Alfredo Behrens

ler em português   Augusto fue educado en una escuela donde los alumnos se ponían de pie cuando la maestra entraba al salón. No era así en el resto del país, pero eso lo supo mucho después. Cuando el Augusto adolescente todavía creía en este protocolo, naturalmente concluyó que invitar a una chica a bailar en un salón era algo que debía hacerse en persona. Hasta que la vida lo tomó por asalto. Augusto había visto a una chica al otro lado de una pista de baile más que llena. La joven estaba sentada con sus amigas, y como Augusto no tenía amigos en esta ciudad, la única forma, pensó Augusto, era acercarse e invitarla a bailar, como fuera. Así fue como Augusto comenzó a vadear su camino por la pista de baile hacia esa chica. Augusto avanzaba lentamente, cuando ya en medio de la pista, Augusto...
Só tenho idade, por Alfredo Behrens
68c, Alfredo Behrens

Só tenho idade, por Alfredo Behrens

leer en español  Ando de cajado. Sinto-me mais seguro com ele, piso mais firme. Eu poderia alcançar o mesmo objetivo com uma bengala, mas eu acho bengala deprimente. Ainda me sinto jovem o suficiente como para andar de bengala. Algo como quando eu perdi o cabelo. Foi tão cedo na minha vida que ser careca não significava nada mais do que o cabelo tinha caído prematuramente. A decrepitude viria, mas ainda estava longe. Não mais.Buscando auxílio no hospital da Prelada para minha dor de juntas, cheguei até duas pessoas, daquelas que se diz serem de idade. Eram um homem e uma mulher, falavam entre eles como se não fossem um casal; ambos com as máscaras contra o COVID, mesmo que a última onda já tenha passado e a nova ainda não tenha chegado. Mas vê-se que tinham idade suficiente para ainda se s...
Miradas ausentes, por Alfredo Behrens
Alfredo Behrens

Miradas ausentes, por Alfredo Behrens

Previous Next Fotos Alfredo Behrens ler em portuguêsIncluso hoy en día, muchas personas tienen que salir de casa para ir a trabajar. Este, en principio, sería un lugar para sufrir. En última instancia, el trabajo deriva del tripalium, un instrumento de tres palos utilizado en la antigüedad para la tortura. En otras palabras, las personas todavía sentirían hoy que salen de casa para ser torturadas en el trabajo. Verás que no tanto, y no todos, pero el trabajo ha llegado a representar algo a evitar.¿Y en la casa? Verás que hay mucha gente que sufre de otro tipo de tripalium. La transición del hogar al trabajo sería un momento de liberación. De hecho, algunos antropólogos se sorprendieron cuando sus entrevistados se refirieron positivame...