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José Alejandro Moreno Guevara

Mañana será otro día – Alejandro Moreno
José Alejandro Moreno Guevara, 11 c

Mañana será otro día – Alejandro Moreno

Maracaibo se refugia en la humedad del calor. Y aunque la madrugada avanza, no cesa el vapor espeso que arrincona la ciudad. Son las tres de la mañana y a lo lejos se oye un chorro de agua que golpea un de techo de zinc. Arístides cruza el patio con la camisa empapada en sudor. Se detiene un momento a sacudirse un poco el trasnocho borracho que lo lleva de la mano. El cuarto todavía está lejos, pero Arístides no se da por vencido. Con todo y todo no suelta su guitarra. Ya al menos el cuarto está en el horizonte del zaguán. Va hacia allá, que sea lo que Dios quiera. Arístides se vuelve a detener. Se acuerda que es primero de enero. A comenzar de nuevo. Mañana será otro día. del mismo autor
Ñía Mago, no está por todo eso – Alejandro Moreno
José Alejandro Moreno Guevara, 15b

Ñía Mago, no está por todo eso – Alejandro Moreno

A Ñía Mago la están buscando para matarla. Dicen que está escondida por los lados de La Angoleta. La última vez que la vieron fue en Manicuare, en una fiesta. Ya hace más de un año que Ñía Mago anda quien sabe por dónde, escondida. Lo cierto del caso es que si la consiguen la van a matar. Nadie sabe exactamente cómo pasaron las cosas. Dicen que fue por una discusión por una lata de querosén que supuestamente Ñía le debía a Medardo Marval y que ella le había dicho que se la llevaría tal día. Como no fue, según y que a Medardo no le gustó que no apareciera ese día, y la fue a buscar para reclamarle. Dicen que Medardo le levantó la mano a Ñía, y que, después de eso, ese hombre estaba muerto. A todos los hombres de Manicuare les da pena y vergüenza que Ñía Mago haya matado a Medardo ...
Héctor Cabrera, hombre que hechizó el Luna Park de Buenos Aires – Alejandro Moreno
José Alejandro Moreno Guevara, 11 a

Héctor Cabrera, hombre que hechizó el Luna Park de Buenos Aires – Alejandro Moreno

 La noche del lunes 28 de septiembre de 1970, un grupo de unas diez monjitas está en Caracas frente a un viejo televisor. Rezan con una devoción y un fervor de tal fuerza y entrega que no hay forma ni manera de que lo que están pidiendo no les sea concedido.  Mientras tanto a unos cuantos miles de kilómetros de allí un muchacho del barrio el Guarataro está en su camerino del Luna Park, esperando nervioso su turno para salir a escena a cantar en el cuarto festival de la canción de Buenos Aires, que se lleva a cabo ahí en la capital argentina.El cantante Héctor Cabrera ha tenido dos meses de preparación para aquel día. Está preocupado, desde niño ha sido asmático y teme que el clima bonaerense le juegue una mala pasada. Le ha prometido a su esposa que este será el último festival. Cada vez q...
Miguelito Itriago: el muchacho de La Pastora que casi alcanzó el estrellato – Alejandro Moreno
José Alejandro Moreno Guevara, 10 a

Miguelito Itriago: el muchacho de La Pastora que casi alcanzó el estrellato – Alejandro Moreno

Si algún vecino de Santa Cruz de Aragua lo ve por la calle, con su paso tímido y su aspecto bonachón, no podría imaginar que ese buen hombre fue, en los años sesenta, lo más parecido a lo que en la actualidad es Nacho, Víctor Drija o Sixto Rein. Se trata de Miguel Itriago, quien en aquella época maravillosa de la farándula venezolana se codeaba con José Luis Rodríguez, Alfredo Sadel y Felipe Pirela. Sin embargo, y pese a alcanzar grandes éxitos musicales, Miguel abandonó su carrera de cantante en 1973 para dedicarse a administrar una bomba de gasolina. Pese a esa temprana jubilación de la música, Miguel seguía teniendo el gusanito del canto por dentro. Incluso cada vez que asistía a un concierto su corazón se llenaba de melancolía y cerraba los ojos y se imaginaba alumbrado por las ...
El poeta – Alejandro Moreno
José Alejandro Moreno Guevara, 9b

El poeta – Alejandro Moreno

Aunque Juan Ramón no se considera a sí mismo poeta, la gente de Tapipa se empeña en llamarlo poeta. Y por más que él ha insistido en que no lo llamen así, todo el mundo se refiere a él como: Juan Ramón Istúriz, el poeta de Tapipa. Pocos saben que, cuando Juan Ramón estuvo viviendo un tiempo en Caracas, asesinó a dos hombres. Lo que sí no sabe nadie es que aquello fue un crimen pasional. Lo que sí no sabe nadie es que aquello fue un crimen pasional El amor secreto de Juan Ramón, Eloina Colmenares, había sido amante de uno de aquellos dos hombres, cuando vivía en Maracay. Todo pasó muy rápido, ahora Juan Ramón está en Tapipa y sus décimas son más tristes, mucho más bonitas pero definitivamente más tristes. del mismo autor
El ruido de la tetera – Alejandro Moreno
José Alejandro Moreno Guevara, Edición 7

El ruido de la tetera – Alejandro Moreno

Dorothy Smith, ha alucinado por tercera vez esa noche. El sudor brilla en su frente. Conciliar el sueño se ha vuelto una experiencia dolorosa para Dorothy. Vuelve a tragar saliva, buscando un poco de alivio que no halla.El llanto de los coyotes la sigue aturdiendo noche tras noche. El llanto de los coyotes la sigue aturdiendo noche tras noche Sigue sin dormir, tejiendo ropita para su bebé. En cada punto de ese tejido va buscando un alivio que no consigue. Su marido está muy lejos y tardará en volver a casa.Dorothy vuelve a la estufa. Calentar agua para su té la tranquiliza. El sonido de la tetera le da paz, muy poco realmente. Sigue tejiendo, así quizás en algún momento su bebé muerto vuelva a llamarla y tenga que correr al cuarto.chuomago@gmail.comdel mismo autor
Irse lejos – Alejandro Moreno
José Alejandro Moreno Guevara, 8a

Irse lejos – Alejandro Moreno

Caricuao, es un pequeño Principado, y todos saben que al salir de allí ya se abandona la patria. Cuando a la derecha, en la autopista, empiezan a aparecer los edificios de Juan Pablo II ya uno se sabe lejos, aunque tan solo se haya recorrido dos o tres kilómetros.Lerviis ya está saboreando el exilio, cuando se aproxima el Puente de los Leones. Piensa en su hijo, que está chiquito, en su mamá, en su tía y su hermano. Con su dedo en la pantalla del teléfono, busca en Whatsapp alguna respuesta a por qué debe irse. Con su dedo en la pantalle del teléfono, busca en Whatsapp alguna respuesta a por qué debe irse Vuelve a ver por la ventana del carro, se rasca el cachete. No ha estado antes en San Cristóbal. Le dicen que es muy bonita.del mismo autor
El cuello sucio – José Alejandro Moreno Guevara
Edicao5, José Alejandro Moreno Guevara

El cuello sucio – José Alejandro Moreno Guevara

“¡No señor! Ahí entran nada más los grandes”. La frase retumba en los oídos del niño. Pero él insiste en que quiere entrar a curiosear el bar, está decidido. En algún momento, cuando nadie se dé cuenta, va a entrar al bar. Ha visto el rebullicio que se ha formado en San Agustín, el hombre anda por ahí. Desde chiquito le dicen Mon, porque él mismo no sabía pronunciar su nombre: Ramón, Ramón Carrillo. Mon escucha que el hombre tiene tres días parrandeando con la gente de San Agustín, de San Angustias como dicen los echadores de vaina. Desde afuera, puede escuchar muy claramente la voz del hombre cantando. Ya Mon no aguanta las ganas de meterse en el bar a verlo de cerca. No tiene idea de cómo va a hacer para entrar. Desde afuera sigue escuchando la música y se siente ansioso porque qu...