Acerca del miedo, por Manuel Pulido Azpúrua
Cuando era pequeño era muy miedoso. No podía atravesar el pasillo de mi cuarto al baño si la luz no estaba encendida, y cuando me tocaba hacerlo, cantaba a voz en cuello, cosa que el resto de mi familia no entendía demasiado bien.
Ser padre ayuda a vencer los miedos. Cuando tienes que tranquilizar por la noche a una pequeña aterrorizada, te das cuenta que estás en el mismo lugar que tus padres, diciendo con fingida seguridad que no hay razón para tales temores.
Ahora los avances tecnológicos han hecho que nuestros miedos muten. Ya no le tememos a espantos de camino o a fantasmas: los miedos se han simplificado, aunque a pesar de todo sigan quitándonos la tranquilidad.
El miedo ha convivido conmigo desde que me di cuenta que no podía parar de pensar: que aquella vocecita interna, e...